Los supermercados habían pedido un respaldo legal para este racionamiento, que fue anunciado por el gobierno como parte de un paquete de emergencia para mitigar las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania y que estará en vigor hasta el 30 de junio.

La medida se adoptó después de que la guerra en Ucrania y una huelga de camioneros de tres semanas de duración provocaran una escasez esporádica de productos básicos como huevos, leche, harina y aceite de girasol, aunque la escasez fue causada a menudo más por el acaparamiento que por interrupciones reales del suministro.

"Se da un respaldo legal para que puedan limitar el número de artículos y evitar así el acaparamiento, pero sobre todo para que haya un acceso justo para todos los consumidores", dijo a los periodistas la ministra de Comercio, Reyes Maroto.

Algunos supermercados de Grecia e Italia han restringido las cantidades que los clientes pueden comprar de algunos artículos de primera necesidad después de ver aumentar la demanda por el temor a que el conflicto de Ucrania pueda interrumpir el suministro.

Las autoridades españolas y las asociaciones de supermercados advirtieron contra las compras de pánico durante una huelga de transporte que comenzó el 14 de marzo. Aunque una de las asociaciones aún no ha desconvocado la huelga, ésta ha perdido fuerza después de que el gobierno concediera un paquete de apoyo de 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares).

Hace dos años, mientras los gobiernos europeos preparaban los cierres para frenar la pandemia del COVID-19, algunos supermercados españoles racionaron algunos productos en respuesta a las compras de pánico de artículos como el papel higiénico, pero el gobierno no lo sancionó.

A principios de este mes, la asociación de consumidores Facua demandó a algunos supermercados españoles por infringir la ley después de que limitaran la compra de aceite de girasol a unas pocas botellas por persona. El aceite de girasol ucraniano representaba el 40% de las importaciones.

"Respondemos también a una necesidad que nos ha manifestado el sector de la distribución y que se ha puesto de manifiesto con la reciente huelga de transporte", añadió Maroto.

Los productores de leche y la asociación del sector Inlac, que paró la producción durante la huelga al no poder transportar la leche, dijeron el miércoles que esperaban que el suministro volviera a la normalidad en un plazo de entre tres días y una semana.