Por Belén Carreño y Inti Landauro

MADRID, 9 jun (Reuters) -El Gobierno español defenderá "de manera firme" sus intereses nacionales ante la decisión de Argelia de anular un tratado de amistad y cooperación de hace 20 años y prohibir todo comercio no relacionado con el gas con España, dijo el jueves el ministro español de Asuntos Exteriores.

José Manuel Albares dijo a la prensa que España también está vigilando los flujos de gas procedentes de Argelia, su mayor proveedor, que representan casi la mitad de las importaciones de gas de España, y afirmó que estos no se ven afectados por la disputa diplomática sobre la postura de Madrid en el territorio en disputa del Sáhara Occidental.

La asociación bancaria de Argelia informó el miércoles de la interrupción de los pagos hacia y desde España debido a la suspensión del tratado, lo que, según fuentes argelinas, afecta a todo el comercio excepto a los suministros de gas.

"Estamos analizando el alcance y las consecuencias prácticas, tanto nacionales como europeas, de esa medida, de manera serena y constructiva, pero también de manera firme con la defensa de los intereses de España, de los españoles y de las empresas españolas", dijo Albares a los periodistas.

Las exportaciones españolas a Argelia incluyen hierro y acero, maquinaria, productos de papel, combustible y plásticos, mientras que las exportaciones de servicios incluyen la construcción, la banca y los seguros.

Las empresas energéticas españolas Naturgy, Repsol y Cepsa tienen contratos con la empresa estatal argelina de gas Sonatrach.

La ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se mostró confiada en que Sonatrach respetará sus contratos comerciales, pero reconoció que el enfrentamiento entre ambas naciones llega en un momento delicado, ya que las empresas implicadas están revisando los precios de los contratos de suministro a diez años.

El suministro de gas norteafricano a Europa ha cobrado cada vez más importancia este año ante la invasión rusa de Ucrania.

Argelia se enfadó cuando España expresó en marzo su apoyo a el plan de Marruecos para ofrecer autonomía al Sáhara Occidental. Argelia apoya al movimiento del Frente Polisario, que exige la plena independencia de un territorio que Marruecos considera suyo y controla en su mayor parte.

Argelia rompió relaciones diplomáticas con Marruecos el año pasado, después que el conflicto en el Sáhara Occidental volviera a estallar en 2020, casi tres décadas después de que entrara en vigor un alto el fuego.

También el año pasado, Argelia decidió no prorrogar un acuerdo de exportación de gas a través de un gasoducto que atraviesa Marruecos hacia España y que constituía casi todo el suministro de gas marroquí. Argelia suministra gas a España a través de un gasoducto submarino directo y por barco.

Su tratado con España también comprometía a ambas partes a cooperar en el control de los flujos migratorios, por lo que su suspensión podría convertirse en un problema potencial para España, la Unión Europea e incluso la OTAN.

Como anfitriona de una próxima cumbre de la OTAN, España presionará para que incluya en su nueva hoja de ruta política "amenazas híbridas" como la migración irregular, especialmente en el flanco sur de la alianza, dijo Albares el miércoles a Reuters.

El giro de España hacia la postura de Marruecos sobre el Sáhara Occidental puso fin a una disputa entre Madrid y Rabat el año pasado que implicaba tanto el territorio en disputa como la migración masiva.

(Información de Emma Pinedo, Belén Carreno e Inti Landauro y Lamine Chikhi en Argel; escrito por Andrei Khalip; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)