El ejército de Malí dijo el sábado que había matado a más de 200 militantes islamistas en el último enfrentamiento en un mes de escalada de violencia.

Las tensiones con Occidente han aumentado desde que la junta militar gobernante en Malí retrasó las elecciones democráticas en febrero, así como por su colaboración con contratistas militares privados pertenecientes al grupo ruso Wagner.

En un comunicado, Price dijo que había informes contradictorios sobre quién era el responsable de los asesinatos que tuvieron lugar a finales de marzo en la aldea de Moura, a unos 400 km al noreste de la capital, Bamako.

"Nos preocupa que muchos informes sugieran que los autores fueron fuerzas no responsables del Grupo Wagner, respaldado por el Kremlin. Otros informes afirman que las Fuerzas Armadas de Malí (FAMa) habían apuntado a elementos de conocidos grupos extremistas violentos", dijo.

"Estos informes contradictorios ilustran la necesidad urgente de que las autoridades de transición malienses den a los investigadores imparciales un acceso libre, sin restricciones y seguro a la zona donde se produjeron estos trágicos acontecimientos".

Los funcionarios de la embajada rusa en Washington declinaron hacer comentarios inmediatos sobre los informes de la participación del Grupo Wagner.

La Unión Europea ha impuesto sanciones al Grupo Wagner, acusándolo de realizar operaciones clandestinas en nombre del Kremlin. El presidente Vladimir Putin ha dicho que el grupo no representa al Estado ruso, pero que los contratistas militares privados tienen derecho a trabajar en cualquier parte del mundo siempre que no infrinjan la legislación rusa.

Las Naciones Unidas han acusado repetidamente a los soldados malienses de ejecutar sumariamente a civiles y a presuntos militantes en el transcurso de su lucha de una década contra grupos vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico.

El ejército ha reconocido en algunos casos que sus fuerzas estaban implicadas en ejecuciones y otros abusos, pero pocos soldados se han enfrentado a cargos penales.

Mientras tanto, un aumento de los ataques desde principios de marzo por parte de una filial del Estado Islámico ha matado a cientos de civiles, según fuentes oficiales y militares.