El anuncio se producirá en el marco de una reunión virtual sobre los aranceles a los metales entre la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, y la secretaria de Estado de Comercio Internacional del Reino Unido, Anne-Marie Trevelyan, dijeron las fuentes a Reuters.

No se espera que las dos partes anuncien un calendario específico para las conversaciones ni un plazo concreto para alcanzar un acuerdo, añadió una de las fuentes.

Un portavoz del Departamento de Comercio estadounidense declinó hacer comentarios sobre los planes de anuncio, y un portavoz de la embajada británica en Washington no respondió a una consulta de Reuters sobre las conversaciones.

Reuters informó la semana pasada de que Raimondo y Trevelyan hablarían virtualmente sobre los aranceles estadounidenses a los metales este mes, después de que el Departamento de Comercio dijera que Raimondo no estaba en condiciones de viajar a Londres para las conversaciones.

La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo la semana pasada que la administración Biden había iniciado conversaciones con Japón sobre los aranceles al acero y al aluminio, pero que las discusiones con Gran Bretaña comenzarían "cuando sea el momento adecuado", sin dar detalles.

Tanto Gran Bretaña como Japón desean alcanzar un acceso libre de aranceles a los mercados estadounidenses de acero y aluminio similar al que se concedió a la Unión Europea el 1 de enero como parte de un acuerdo de cuotas alcanzado con Washington el pasado octubre.

Los aranceles sobre los metales -un 25% sobre el acero y un 10% sobre el aluminio- fueron impuestos por primera vez en marzo de 2018 por el ex presidente Donald Trump por motivos de seguridad nacional y han sido un importante irritante comercial transatlántico desde entonces.

Gran Bretaña adoptó los aranceles de represalia de la UE sobre el whisky, las motocicletas, los vaqueros, el tabaco y otros productos estadounidenses cuando abandonó el bloque a principios de 2021.

La UE abandonó estos aranceles de represalia como parte de su acuerdo con Estados Unidos, que levanta los aranceles sobre unos 4 millones de toneladas de acero "fundido y vertido" en el bloque anualmente, con derechos aplicados a volúmenes mayores.

Estados Unidos y la UE persiguen un nuevo acuerdo para frenar la producción mundial de acero con altas emisiones de carbono, un objetivo dirigido en parte a frenar el exceso de producción de acero con carbón de China.