Cientos de estudiantes, investigadores y artistas con próximos viajes profesionales a Francia que pueden llevar meses de planificación se han visto en la incertidumbre de obtener sus visados debido al deterioro de las relaciones con Francia tras los golpes de Estado en Burkina Faso, Malí y Níger en los últimos tres años.

Las juntas que tomaron el poder se han vuelto contra la antigua potencia colonial Francia, echando a sus tropas y embajadores en medio de un creciente sentimiento antifrancés.

Sus críticos afirman que Francia ha intentado mantener una excesiva influencia económica y política décadas después de que los países obtuvieran la independencia. Francia afirma que se ha alejado de esta dinámica.

Pero a medida que las relaciones con algunos de los Estados de África Occidental se volvían amargas -lo que llevó a Francia a cerrar sus servicios consulares en Burkina Faso, Malí y Níger por motivos de seguridad-, los antiguos lazos culturales también se han tensado.

La cuestión de los visados y la suspensión de la ayuda francesa al desarrollo y la cooperación con los tres países se produce cuando el presidente Emmanuel Macron busca restablecer los lazos con sus antiguas colonias en África en medio de la competencia por la influencia de Rusia y China.

El año pasado, Francia expidió 907 visados de estudiante y de prácticas a ciudadanos de Burkina Faso, 689 a malienses y 436 a nigerianos que querían estudiar o hacer prácticas en el país, según una fuente diplomática francesa.

Pero este año, los estudiantes, médicos, artistas y empresarios de los tres estados del Sahel de África Occidental que han tenido acceso a la educación y a la experiencia laboral en Francia durante décadas están teniendo que replantearse sus planes y arriesgarse a perder un año en el proceso.

Nikiema estuvo a punto de renunciar a su sueño de pasar un año en Francia para su especialización obligatoria en psiquiatría y resolvió hacer sus prácticas en un hospital de Burkina Faso en su lugar.

"Poder ir a otro país y tener una experiencia diferente es enriquecedor", afirmó.

Tondri Yara, estudiante de derecho internacional, esperaba buenas noticias frente a un centro de visados francés en la capital, Uagadugú.

El joven de 28 años llevaba desde octubre de 2022 preparando su programa de intercambio en un campus universitario de Francia.

"En el último momento no consigues el visado. Hace falta mucha energía para cambiar de planes", dijo.

Yara tiene otras opciones para su tesis, que debía hacer en Francia. Burkina Faso, Canadá, Suiza y Bélgica son alternativas viables, dijo, aunque es probable que el cambio retrase el proceso.

Las autoridades francesas han asegurado que los estudiantes, artistas e investigadores que ya se encuentran en Francia seguirán siendo bienvenidos y se les permitirá proseguir con sus actividades.

En 2021-22 había más de 3.100 estudiantes de Mali, 2.300 de Burkina y 1.100 de Níger estudiando en instituciones públicas francesas, según datos de la agencia francesa Campus France, que promueve las instituciones superiores francesas en el extranjero.