"Nuestro objetivo final es crear un futuro más sostenible", dijo Jens Lahaije, director financiero de TU/ecomotive, el equipo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven que creó el coche.

Llamado ZEM, por las siglas en inglés de movilidad de emisiones cero, el biplaza alberga un paquete de baterías de iones de litio Cleantron, y la mayoría de sus piezas están impresas en 3D a partir de plásticos reciclados, explicó Lahaije.

El objetivo es minimizar el dióxido de carbono emitido durante toda la vida útil del coche, desde su fabricación hasta su reciclaje, añadió.

Los vehículos eléctricos de batería no emiten prácticamente nada de CO2 durante su funcionamiento en comparación con los vehículos de motor de combustión, pero la producción de células de batería puede crear tanta contaminación que los VE pueden tardar decenas de miles de kilómetros en alcanzar la "paridad de carbono" con los modelos comparables de combustible fósil.

La ZEM utiliza dos filtros que pueden capturar hasta 2 kilogramos de CO2 a lo largo de 20.000 millas de conducción, según estima el equipo de Eindhoven. Imaginan un futuro en el que los filtros puedan vaciarse en las estaciones de carga.

Los estudiantes están mostrando su vehículo en una gira promocional por Estados Unidos a universidades y empresas desde la Costa Este hasta Silicon Valley.