En su perspectiva económica regional para Europa, el FMI dijo que una guerra prolongada en Ucrania aumentaría el número de refugiados que huyen a Europa, agravaría los cuellos de botella en la cadena de suministro, añadiría presiones a la inflación y profundizaría las pérdidas de producción.

El mayor riesgo, decía, era que Rusia dejara repentinamente de suministrar petróleo y gas a Europa, lo que provocaría importantes pérdidas de producción, especialmente en Europa central y oriental.

El informe decía que para el conjunto de la Unión Europea, un cese completo de todas las importaciones rusas de petróleo y gas podría suponer una pérdida del 3% del PIB en 2023, con un impacto individual que difiere con el grado de dependencia de las importaciones rusas.

"La política fiscal es más adecuada que la política monetaria para hacer frente a los nuevos choques", dice el informe del FMI.

"Debe permitirse que los estabilizadores fiscales automáticos operen libremente, mientras se asigna un gasto adicional para el apoyo humanitario a los refugiados y para las transferencias a los hogares de bajos ingresos y a las empresas vulnerables, pero viables", dijo.

La inflación en los 19 países que comparten el euro ha alcanzado máximos históricos del 7,4% interanual en marzo, según los últimos datos, principalmente por la subida de los precios del petróleo y el gas. El Banco Central Europeo quiere mantener la inflación en el 2% y ha señalado que comenzará a endurecer su política en julio.

"Con la inflación muy por encima de los objetivos, la política monetaria debería mantener el rumbo hacia la normalización", dijo el FMI.

"El ritmo de retirada de los estímulos monetarios debería variar en función de las circunstancias económicas, procediendo más rápidamente cuando las expectativas de inflación corran el riesgo de desanclarse. Y lo que es más importante, los responsables de la política económica deberían evitar la aparición de espirales de precios salariales", dijo el FMI.

El FMI pronosticó a principios de esta semana que, debido a la invasión rusa de Ucrania, el crecimiento económico de los 19 países que comparten el euro sería del 2,8% en 2022, 1,1 puntos porcentuales menos que su previsión de enero.

El crecimiento de la zona euro se ralentizará aún más, hasta el 2,3% el próximo año, según las previsiones del FMI, 0,2 puntos menos de lo previsto en enero.