El BCE ha subido los tipos al menos 50 puntos básicos en cada una de sus seis reuniones sucesivas -el ritmo más rápido registrado- para luchar contra una inflación obstinadamente elevada. Pero una serie de factores apoyan ahora los argumentos a favor de una mayor cautela, dijeron a Reuters las fuentes, que declinaron ser nombradas.

La incertidumbre sigue siendo elevada tras la volatilidad del sector financiero del mes pasado y las anteriores subidas de tipos aún no han hecho mella en la economía, por lo que se necesita menos porque las medidas anteriores aún se están afianzando, dijeron las fuentes.

Añadieron que el punto álgido de los tipos está ya a la vista y que este "último tramo" es más seguro recorrerlo en pasos más pequeños. Otro argumento esgrimido a favor del gradualismo fue que el tipo de depósito del BCE, ahora en el 3%, se encuentra en un nivel que restringe el crecimiento.

Las fuentes dijeron que el debate seguía abierto y que las perspectivas aún podían cambiar, especialmente en función de los datos de inflación de abril y de la encuesta trimestral sobre préstamos bancarios del BCE, que se publicarán dos días antes de la reunión del 4 de mayo.

Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.

Algunas de las fuentes dijeron que preferirían que el BCE no diera ninguna orientación sobre su decisión de junio, del mismo modo que mantiene abiertas sus opciones ahora, para que los responsables políticos tengan vía libre a la hora de actuar en función de las nuevas proyecciones económicas previstas para entonces.

Las fuentes señalaron que algunos abogan por no realizar ningún cambio en mayo -en su mayoría los mismos responsables políticos del sur de Europa que no apoyaron la subida de 50 puntos básicos del mes pasado-, mientras que otros -también un grupo reducido- abogan por otra subida de 50 puntos básicos.

Hasta ahora, sólo unos pocos responsables políticos han comentado públicamente la posible magnitud del próximo movimiento del BCE.

Klaas Knot, de los Países Bajos, dijo que no estaba claro si serían necesarios 50 puntos básicos o si con 25 era suficiente. Peter Kazimir, de Eslovaquia, dijo que el BCE quizá podría ralentizar el ritmo de sus subidas, mientras que Robert Holzmann, de Austria, se mostró partidario de otro movimiento de 50 puntos básicos.

En la actualidad, los mercados prevén subidas de 25 puntos básicos cada una en mayo y junio, mientras que una tercera subida de este tipo está totalmente prevista para septiembre.

Las fuentes razonaron que las subidas de tipos son necesarias porque la inflación general sigue siendo demasiado alta y la inflación subyacente - despojada de los volátiles precios de los alimentos y la energía - podría aumentar durante varios meses más, por lo que cualquier pausa sería una señal equivocada.

El jefe del banco central francés, Francois Villeroy de Galhau, apuntó algo similar el miércoles, afirmando que un "giro en la trayectoria de la inflación subyacente" debería ser el detonante para que el BCE nivelara los tipos de interés.

Las fuentes añadieron que el crecimiento salarial seguía siendo una preocupación sobredimensionada porque los mercados laborales están tensos y eso podría alimentar fácilmente grandes demandas de los trabajadores que perdieron una gran parte de sus ingresos reales en los dos últimos años.

Las turbulencias bancarias del mes pasado sólo tuvieron un impacto modesto en la zona euro, por lo que la economía siguió comportándose según la línea de base trazada en las previsiones de marzo del BCE, que se basaban en las expectativas del mercado de más subidas de tipos.