En su primera entrevista desde que anunció su marcha el miércoles, el ex economista jefe de Bear Stearns dijo a Reuters que apoyaría una "transición suave" a un sucesor. Declinó hacer comentarios sobre posibles sustitutos y desestimó las sugerencias de que le habían echado.

"Tiene mucha lógica, tanto desde el punto de vista del banco como del mío personal", dijo Malpass, cuando se le preguntó por el momento de su marcha. "Estamos completando las cosas que necesitaba hacer en el banco. Hemos lanzado el proceso de evolución y está muy avanzado".

Malpass, que fue nominado por el ex presidente Donald Trump, dijo que el final del año fiscal del banco era un buen momento para la transición. "Y entonces, para mí personalmente, habrán pasado más de cuatro años, que es mucho tiempo en el puesto".

Malpass dijo que no tenía planes específicos para seguir.

"Es un buen momento para que busque nuevos retos", dijo Malpass. "Creo que habremos avanzado (en las reformas) para las reuniones de primavera, y luego habrá otros asuntos que lleven más tiempo, y mi sucesor tomará las riendas".

Malpass dejará el banco a finales de junio. La noticia llega meses después de que fuera condenado por la Casa Blanca por negarse a decir si acepta el consenso científico sobre el calentamiento global y en medio de los llamamientos cada vez más urgentes del Tesoro para que el banco sea "más audaz e imaginativo" a la hora de cambiar para hacer frente a los desafíos globales.

Preguntado por las insinuaciones de que se le había instado a marcharse, Malpass dijo que lo hacía en sus propios términos y que tenía sentido para él en este momento.

Malpass, republicano, sobrevivió a múltiples peticiones de dimisión tras el incidente climático del pasado otoño, por el que pidió disculpas. Fuentes familiarizadas con la situación dijeron que nunca esperó que el presidente demócrata Joe Biden le ofreciera un segundo mandato.

El mandato de Malpass expiraba en abril de 2024. Según el informe anual del banco de 2021, Malpass ganó 525.000 dólares de salario neto anual ese año, y el banco hizo más de 340.000 dólares en contribuciones anuales a un plan de pensiones y otros beneficios.

Abandonar el puesto tras cuatro años en el puesto significa que Malpass recibirá el 70% de su salario como pensión anual, frente al 80% si hubiera completado los cinco años, según los términos de su contrato.

Malpass dijo que trabajaría duro para garantizar una buena transición. Afirmó que el banco se estaba moviendo con rapidez para promulgar reformas que aumentaran su poder de préstamo a los países en desarrollo, incluso mediante posibles cambios en sus ratios de capital-préstamo, una demanda clave expresada por el Tesoro, que debería estar finalizada para las reuniones de abril del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Malpass no quiso comentar si había llegado el momento de poner fin a una larga tradición de que el líder del banco proceda de Estados Unidos.

El Grupo del Banco Mundial, que incluye el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Corporación Financiera Internacional, comprometió 440.000 millones de dólares en préstamos y subvenciones en los últimos cuatro años en respuesta a la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania, la recesión y desaceleración económica mundial, la carga insostenible de la deuda, el cambio climático y la escasez de alimentos, fertilizantes y energía.