Expertos en proliferación nuclear que sirvieron bajo cuatro presidentes estadounidenses dijeron el jueves al presidente Joe Biden y a su administración que un proyecto piloto para reciclar combustible nuclear gastado violaría la política de seguridad nuclear de Estados Unidos.

SHINE Technologies y Orano firmaron en febrero un memorando de entendimiento para desarrollar una planta estadounidense de reciclaje, o reprocesamiento, de residuos nucleares. Tendría una capacidad de 100 toneladas anuales a partir de principios de la década de 2030.

El proyecto violaría una política firmada por Biden en marzo de 2023 que dice que la investigación y el desarrollo nuclear civil deben centrarse en enfoques que "eviten producir y acumular material nuclear utilizable para armas", dijeron los expertos en una carta al presidente.

"Si se construyera una instalación de este tipo en Estados Unidos, se legitimaría la construcción de plantas de reprocesamiento en otros países, aumentando así los riesgos de proliferación y terrorismo nuclear", señalaron.

Muchos defensores de la no proliferación se oponen al reprocesamiento, diciendo que su cadena de suministro podría ser un objetivo para los militantes que buscan apoderarse de materiales para su uso en una bomba nuclear rudimentaria.

Francia y otros países han reprocesado residuos nucleares descomponiéndolos en uranio y plutonio y reutilizándolos para fabricar nuevo combustible para reactores. Una cadena de suministro estadounidense sería probablemente mucho más larga que en esos países, dicen los expertos en no proliferación.

El ex presidente Gerald Ford detuvo el reprocesamiento en 1976, citando preocupaciones de proliferación. El ex presidente Ronald Reagan levantó la moratoria en 1981, pero los elevados costes han impedido la apertura de plantas.

El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.

Un portavoz de SHINE afirmó que su tecnología mejora la seguridad mundial y que "el reciclaje responsable del combustible gastado es la única forma conocida de eliminar realmente el plutonio que ya se ha generado en los reactores de fisión."

Un portavoz de Orano USA dijo: "Es una mezcla de nuestra experiencia para desarrollar un proceso que sea sensible y aborde las preocupaciones de no proliferación, pero que también obtenga este material comercial viable".

La carta estaba firmada por 11 ex funcionarios estadounidenses, entre ellos Thomas Countryman, que trabajó bajo la presidencia de Barack Obama, Robert Einhorn, que trabajó bajo la presidencia de Bill Clinton, Robert Galluci, que trabajó bajo la presidencia de George H.W. Bush, y Jessica Matthews, que trabajó bajo la presidencia de Jimmy Carter.

La administración Biden considera que la energía nuclear es fundamental en la lucha contra el cambio climático. Pero los residuos se almacenan en piscinas y luego en gruesos barriles en las centrales nucleares de todo el país, ya que no existe un lugar permanente donde depositarlos. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada-Energía, o ARPA-E, dijo que en 2022 financiará con 38 millones de dólares una docena de proyectos para reprocesar los residuos.