Antes de la medida, Egipto se aseguró un acuerdo de inversión de 35.000 millones de dólares con el fondo soberano emiratí ADQ para el desarrollo de una península en su costa mediterránea y otros proyectos, aliviando una prolongada escasez de divisas.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS DE EGIPTO?

Algunas causas se remontan a décadas atrás, como un desarrollo industrial fallido debido a una mala planificación y una pesada burocracia, y unas políticas de exportación que crearon un déficit comercial persistente.

Una moneda sobrevalorada, la debilidad de los derechos de propiedad y de las instituciones, y un Estado y un ejército prepotentes han disuadido la inversión y la competencia.

Una racha de endeudamiento bajo la presidencia de Abdel Fattah al-Sisi ha dejado a Egipto con una pesada deuda externa. Los acreedores extranjeros se han alejado, empujando al gobierno de El Cairo a endeudarse internamente incluso cuando los tipos de interés suben, generando mayores déficits.

Esto, y una expansión de la masa monetaria, han alimentado la depreciación de la moneda y una mayor inflación.

La inversión extranjera fuera del sector del petróleo y el gas ha sido mísera. Las remesas en 2022-23 cayeron un 30% hasta los 22.000 millones de dólares, ya que los trabajadores en el extranjero renunciaron a realizar transferencias al tipo de cambio oficial sobrevalorado.

La guerra en la Franja de Gaza, en la frontera noreste de Egipto, ha supuesto riesgos para el turismo y para los ingresos del Canal de Suez; los ingresos de la vía navegable cayeron cerca de un 50% a principios de este año.

Sisi suele culpar de las dificultades económicas de Egipto a la agitación que siguió al levantamiento popular de 2011, así como al crecimiento anual de la población, que el Banco Mundial cifra en un 1,7% en 2021. Las autoridades también han señalado los choques externos, como la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania.

¿CÓMO DE MAL SE HAN PUESTO LAS COSAS?

En los dos últimos años, una aguda escasez de dólares suprimió las importaciones y provocó un atasco en los puertos, con el consiguiente efecto dominó en la industria local. Los precios de muchos alimentos básicos subieron mucho más rápido que la inflación general, que se aceleró hasta un récord del 38% en septiembre.

El crecimiento económico se ha ralentizado y muchos egipcios afirman que su nivel de vida se ha visto erosionado.

La libra ha caído más de dos tercios frente al dólar desde marzo de 2022 en una serie de devaluaciones, y la presión sobre la divisa ha ido en aumento durante el último año mientras el tipo de cambio se mantenía estable en poco menos de 31 libras por dólar.

El calendario de amortización de la deuda externa es oneroso, y el aumento de los tipos de interés y el debilitamiento de la divisa han incrementado los costes del servicio de la deuda. El pago de intereses se tragó más del 45% de todos los ingresos en el ejercicio que finalizó en junio de 2023.

Los datos oficiales clasificaban a cerca del 30% de la población como pobre antes de la llegada del COVID-19, y los analistas afirman que las cifras han aumentado desde entonces. Se calcula que hasta el 60% de los 106 millones de ciudadanos egipcios se encuentran por debajo o cerca del umbral de pobreza.

El desempleo ha descendido hasta situarse en torno al 7%, pero la participación en el mercado laboral también se redujo de forma constante en la década hasta 2020. Algunas partes del sistema educativo público se encuentran en estado de colapso. Muchos licenciados que tienen la oportunidad de hacerlo buscan trabajo en el extranjero.

¿DÓNDE HA IDO A PARAR EL DINERO?

Más allá de los desembolsos regulares, Egipto ha gastado mucho en infraestructuras bajo el mandato de Sisi. Esto incluye viviendas, nuevas ciudades y la rápida construcción de carreteras. El megaproyecto más destacado es una nueva capital de 58.000 millones de dólares en el desierto al este de El Cairo.

Las importaciones de armas de Egipto también aumentaron en la última década, convirtiéndose en el tercer mayor importador mundial, según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz.

Las autoridades afirman que han aumentado el gasto en programas sociales para los pobres, incluido un plan de reparto de dinero en efectivo que cubre a unos cinco millones de familias, aunque los críticos afirman que la asistencia social es insuficiente para proteger el nivel de vida.

¿CUÁL ES EL PLAN DEL GOBIERNO?

En virtud del último acuerdo con el FMI, las autoridades se comprometen a flexibilizar el tipo de cambio, así como a mantener la disciplina fiscal para reducir la inflación y el déficit comercial.

El plan político que condujo al acuerdo también incluye reformas estructurales para fomentar el crecimiento del sector privado, en parte eliminando exenciones y privilegios para las poderosas empresas estatales del país.

También prevé "un nuevo marco para frenar el gasto en infraestructuras, incluidos los proyectos que hasta ahora han funcionado al margen de la supervisión presupuestaria ordinaria", según el FMI.

¿A QUÉ APOYO PUEDE RECURRIR EGIPTO?

Tanto los Estados occidentales como los del Golfo han considerado en general a Egipto bajo Sisi como un eje de seguridad en una región volátil.

El Cairo recibió miles de millones en depósitos e inversiones de los aliados del Golfo, entre ellos Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, tras la conmoción provocada por la invasión rusa de Ucrania, y se ha ganado nuevas muestras de solidaridad desde el estallido de la crisis de Gaza.

Pero los Estados árabes del Golfo han endurecido las condiciones para inyectar nuevo dinero, buscando cada vez más inversiones que proporcionen un rendimiento.

Esas inversiones y ventas de activos estatales se habían producido a niveles modestos hasta el acuerdo ADQ para desarrollar la península de Ras El Hekma, que el FMI reconoció que había aliviado las presiones de financiación a corto plazo.

El acuerdo ha disparado las especulaciones sobre otros posibles acuerdos, incluido el de una parcela cerca del complejo turístico de Sharm el-Sheikh, en el sur del Sinaí.

Egipto también ha intentado ampliar sus lazos económicos con países como China e India, expresando su esperanza de que su reciente adhesión al club BRICS atraiga mayores flujos de inversión.