A continuación, un resumen de los temas clave a los que se enfrenta Truss, que ganó el lunes las llaves de Downing Street al quedar primera en la carrera por el liderazgo del Partido Conservador.

INFLACIÓN

Con un 10,1% en julio, Gran Bretaña tuvo la mayor tasa de inflación anual entre las economías avanzadas del Grupo de los Siete. Los pronosticadores esperan que ésta suba aún más, y Goldman Sachs afirma que podría superar el 20% a principios del próximo año si los precios del gas no bajan.

La gran dependencia del gas importado y el rápido debilitamiento de la moneda explican parte del problema de la inflación en Gran Bretaña.

La libra esterlina ha caído alrededor de un 8% frente al dólar sólo en los últimos tres meses -un comportamiento ligeramente peor que el del euro-, lo que encarece aún más las importaciones de energía cotizadas en dólares.

MERCADO LABORAL TENSO

Al Banco de Inglaterra le preocupa que la presión inflacionista generada a nivel interno provenga de un mercado laboral ajustado, en el que la escasez de personal tras el Brexit y la pandemia del COVID-19 está haciendo subir los salarios de forma acusada en algunos casos.

Los datos oficiales muestran 49.000 trabajadores menos nacidos en la UE en Gran Bretaña que a mediados de 2019, mientras que el número de personas inscritas como inactivas por enfermedad de larga duración se elevó a un máximo de 19 años de 2,39 millones en junio, un aumento de unos 300.000 desde antes de la pandemia.

Sin embargo, hay algunos signos de enfriamiento de la demanda de trabajadores. Las ofertas de empleo, que alcanzaron un máximo histórico de 1,299 millones en los tres meses hasta mayo, han comenzado a descender, mientras que el número de desempleados aumentó en junio por primera vez en 17 meses.

¿RECORTES DE IMPUESTOS? ¿ESTIMULACIÓN DEL GASTO?

Truss ha prometido recortar los impuestos, empezando por la anulación de un aumento de las cotizaciones a la seguridad social y la suspensión de los llamados gravámenes ecológicos en las facturas de electricidad. Los economistas han advertido que una gran inyección de dinero en los bolsillos de los consumidores podría agravar el problema de la inflación en Gran Bretaña.

Además del riesgo de alimentar la inflación, los recortes de impuestos o el aumento del gasto supondrían una mayor presión sobre el déficit presupuestario británico en un momento en que la deuda pública se acerca al 100% de la producción económica.

NO HAY RESCATE DEL BANCO DE INGLATERRA

Normalmente, un banco central que pronostica una recesión recortaría los tipos de interés, pero el BoE tiene otras preocupaciones, principalmente el riesgo de que el aumento de la inflación cree una espiral de precios y salarios que podría arrastrar a la economía durante años. Los mercados esperan que el BoE lleve el tipo de interés bancario al 4,5% el próximo año desde el 1,75% actual. La mayoría de los economistas ven un pico más bajo.

El BoE también tiene previsto empezar a vender parte de los bonos que compró desde la crisis financiera mundial de 2007-08, otra forma de endurecimiento de la política monetaria.

EL CAMBIO QUE SE AVECINA PARA EL BOE

Truss dijo en julio que quería establecer "una clara dirección de viaje" para la política monetaria y revisar el mandato del BoE, lo que suscitó la preocupación de los inversores sobre la independencia del banco central. Uno de sus partidarios cuestionó si el BoE debería mantener sus poderes exclusivos para obtener los tipos de interés.

El domingo, Truss dijo que era una "gran creyente" en la independencia del Banco de Inglaterra.