La junta también recomendó a Meta que creara un canal de comunicación para que las llamadas víctimas de doxxing puedan explicar mejor sus casos a la empresa.

El doxxing es la divulgación pública de información sensible que identifica a una persona u organización, como la dirección de su casa o su número de teléfono. Puede dar lugar a un acoso o a un hostigamiento.

Las celebridades y los particulares se han visto afectados por la divulgación de este tipo de información, lo que plantea cuestiones en torno a la privacidad, el interés público y el activismo cívico. En un caso reciente de gran repercusión, la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, acusó a los activistas trans de haberla doxxado al publicar una foto de su casa en Twitter.

La junta de supervisión independiente de Meta, que incluye a académicos, expertos en derechos y abogados, fue creada por la empresa para dictaminar sobre una pequeña parte de los espinosos recursos de moderación de contenidos, pero también puede asesorar sobre las políticas del sitio.

El año pasado, Meta solicitó a la junta una opinión consultiva sobre las políticas acerca de cuándo se pueden publicar direcciones residenciales e imágenes privadas en Facebook e Instagram.

Las normas actuales de la empresa dicen que los usuarios no deben compartir "información personal identificable sobre uno mismo o sobre otros", pero Meta puede permitir que se publique contenido como la dirección de una persona si se considera "públicamente disponible".

La guía interna de Meta para los revisores de contenido decía que la información publicada por al menos cinco medios de comunicación o disponible a través de varios registros públicos no contaba como privada, dijo la junta.

La junta dijo que Meta debería eliminar esta exención y asegurarse de que las excepciones para el contenido de interés periodístico se apliquen de forma coherente. También dijo que Meta debería permitir imágenes externas de residencias privadas cuando la propiedad sea el centro de la noticia, aunque no para organizar protestas contra el residente.

Era la primera vez que la junta de supervisión de Meta respondía a una solicitud de opinión consultiva sobre políticas no relacionada con un caso concreto. La empresa tiene 60 días para responder públicamente.

La junta de supervisión, que ha dictaminado en casos como la suspensión del ex presidente estadounidense Donald Trump, ha anulado hasta ahora las decisiones sobre contenidos de Meta en 17 de 22 casos.

Recientemente, Twitter amplió sus propias normas de privacidad para prohibir que se compartan imágenes y vídeos de personas privadas sin el consentimiento de las personas, pero pronto reconoció que la nueva política estaba siendo abusada por actores malintencionados y que el equipo de aplicación de la compañía había cometido errores.