Estos son algunos de los problemas que afectan a la economía, que se vio especialmente afectada por la pandemia del COVID-19 debido a su dependencia del turismo:
LAS FINANZAS PÚBLICAS
Las tensiones en las finanzas públicas de Túnez han provocado retrasos en los salarios estatales y dificultades para pagar las importaciones de trigo.
Se espera que el déficit presupuestario aumente hasta el 9,7% del PIB este año desde el 6,7% previsto anteriormente, según ha declarado el gobernador del banco central, Marouan Abassi. Esto se debe a un dólar más fuerte y a las fuertes subidas de los precios de los cereales y la energía, efectos de la guerra de Ucrania que, según Abassi, han generado una necesidad de financiación adicional de 1.600 millones de dólares.
Las finanzas del Estado ya estaban tensionadas por una de las facturas salariales del sector público más altas del mundo en comparación con el tamaño de la economía, y por el fuerte gasto en energía importada y en subsidios alimentarios.
El debilitamiento del dinar tunecino ha aumentado la presión. La moneda se debilitó hasta los 3,18 dinares por dólar en los 12 meses hasta el 14 de julio, lo que supone un descenso del 13,2%.
El gobierno espera conseguir un préstamo de 4.000 millones de dólares del FMI a cambio de congelar los salarios y la contratación del sector público y recortar las subvenciones a los alimentos y la energía. Pero el poderoso sindicato UGTT se opone a las reformas, un obstáculo importante.
LA DEUDA SE VE MÁS ARRIESGADA
El FMI dijo el año pasado que la deuda pública de Túnez se volvería insostenible a menos que las reformas se promulgaran con un amplio apoyo.
La deuda pública pendiente de Túnez alcanzará cerca de 114.140 millones de dinares (40.000 millones de dólares) a finales de 2022, lo que supondrá el 82,6% del PIB, según el presupuesto estatal de 2022, un aumento respecto al 81% de 2021.
Como reflejo de la preocupación de los inversores, los diferenciales de la deuda pública tunecina - o la prima que exigen los inversores para mantenerla en lugar de los bonos del Estado estadounidenses, que son ultraseguros - son ahora unos de los más altos del mundo.
Han subido a más de 2.800 puntos básicos, casi tres veces el nivel de 1.000 que normalmente hace saltar las sirenas de alerta.
Junto con Ucrania y El Salvador, Túnez está en la lista de los tres primeros países con probables impagos de Morgan Stanley.
Unos 3.000 millones de dólares de deuda tunecina en divisas tienen un vencimiento entre 2024 y 2027.
Congelado en los mercados internacionales, el gobierno espera que un acuerdo de financiación con el FMI desbloquee un mayor apoyo financiero.
LA INFLACIÓN SUBE
La tasa de inflación anual de Túnez ha alcanzado una serie de máximos históricos este año, tocando el 8,2% en junio.
El gobierno ha subido los precios de la gasolina tres veces este año. Ahora cuesta 100 dinares llenar una berlina típica de cuatro puertas, frente a los 93 dinares de principios de año.
En mayo, los agricultores de varias zonas protestaron por el elevado coste de los piensos, y el gobierno dijo que subiría los precios de algunos alimentos, como la leche, los huevos y las aves de corral.
Túnez es especialmente vulnerable a las interrupciones del suministro de grano causadas por la guerra de Ucrania, ya que importa el 60% de su trigo blando y el 66% de su cebada de Rusia y Ucrania, según el Banco Mundial.
En junio, el Banco Mundial aprobó un préstamo de 130 millones de dólares para la importación de trigo y cebada.
POBREZA
La penuria va en aumento.
En una entrevista concedida a un periódico local en mayo, el ministro de Asuntos Sociales dijo que el número de familias necesitadas había aumentado de 310.000 en 2010 -el año en que comenzó el levantamiento prodemocrático- a más de 960.000 en la actualidad. Cerca de 6 millones de tunecinos, o la mitad de la población, están por debajo del umbral de la pobreza, añadió.
El desempleo es elevado, alcanzando el 18,4% en 2021, según el Banco Mundial. Es especialmente elevado entre los jóvenes, las mujeres y en el oeste del país.
