Los sindicatos quieren mantener la presión sobre el gobierno y esperan repetir la gran participación de la primera jornada nacional de protesta del 19 de enero.

Ese día, más de un millón de personas se manifestaron en oposición al retraso de la edad de jubilación de los 62 a los 64 años y a la aceleración del retraso previsto de la edad para tener derecho a una pensión completa.

"Esta reforma es injusta y brutal", declaró a Reuters Luc Farre, secretario general del sindicato de funcionarios UNSA. "Trasladar (la edad de jubilación) a los 64 años es ir hacia atrás, socialmente".

Sólo uno de cada tres trenes de alta velocidad TGV circulará el martes y aún menos trenes locales y regionales, mientras que el metro de París también se verá seriamente perturbado.

La mitad de los profesores de primaria abandonarán el trabajo, según su sindicato, mientras que el personal de las refinerías de petróleo y los trabajadores de todos los sectores también irán a la huelga.

Los sondeos de opinión muestran que la mayoría de los franceses se oponen a la reforma, pero el presidente Emmanuel Macron y su gobierno tienen la intención de mantenerse firmes. La reforma es "vital", dijo Macron el lunes durante una visita a Holanda, y añadió que permitiría que el sistema de pensiones siguiera funcionando.

Retrasar dos años la edad de jubilación y ampliar el periodo de cotización supondría un ahorro adicional de 17.700 millones de euros (19.180 millones de dólares) en cotizaciones anuales a las pensiones, lo que permitiría al sistema alcanzar el punto de equilibrio en 2027, según las estimaciones del Ministerio de Trabajo.

Los sindicatos afirman que hay otras formas de conseguirlo, como gravar a los superricos o pedir a los empresarios o a los pensionistas acomodados que coticen más.

"NO NEGOCIABLE

El Gobierno ha hecho algunas concesiones en el proyecto de ley, como fijar la nueva edad de jubilación en 64 años, en lugar de los 65 prometidos por Macron en campaña, y acordar una pensión mínima de 1.200 euros al mes para todos.

La primera ministra, Elisabeth Borne, afirma que el umbral de los 64 años es "innegociable", pero el Gobierno está estudiando formas de compensar parte del impacto, en particular sobre las mujeres.

Borne dijo que el gobierno estaba estudiando el impacto de la reforma en los derechos de pensión adicionales que las mujeres obtienen normalmente por tener hijos.

Mientras los manifestantes se concentran por toda Francia, los legisladores debaten el proyecto de ley en comisión. Los sindicatos dijeron que estaban intentando convencer a los legisladores de que no votaran el proyecto de ley.

"Cuando hay una oposición tan masiva (a una reforma), sería peligroso para el gobierno no escuchar", dijo a Reuters Mylene Jacquot, secretaria general de la rama de funcionarios del sindicato CFDT.

(1 dólar = 0,9227 euros)