Es la última señal de cómo los reguladores intentan ponerse al día con los rápidos desarrollos de los mercados de criptomonedas que traspasan las fronteras nacionales.

"Desde el compromiso inicial de regular ciertos tipos de stablecoins, los acontecimientos en los mercados de criptoactivos han puesto aún más de relieve la necesidad de una regulación adecuada para ayudar a mitigar los riesgos para los consumidores, la integridad del mercado y la estabilidad financiera", dijo el ministerio.

Los bancos, las aseguradoras y las principales empresas de pagos deben cumplir normas que garanticen que sus cuentas de depósito, pólizas o servicios puedan transferirse rápidamente a otro proveedor si quiebran, para ayudar a evitar el pánico y el contagio en los mercados.

Las stablecoins, que desempeñan un papel fundamental en los mercados de criptomonedas, son fichas digitales vinculadas al valor de activos tradicionales, como el dólar estadounidense, y se considera que tienen un papel más importante en los pagos.

El colapso de TerraUSD, una popular stablecoin que era la décima mayor criptodivisa, desató la preocupación de los bancos centrales en un sector poco regulado.

"La quiebra de una empresa de activos de liquidación digital sistémica podría tener una amplia gama de impactos en la estabilidad financiera, así como en la protección del consumidor", dijo el ministerio en un documento de consulta https://assets.publishing.service.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/1079348/Stablecoin_FMISAR_Consultation.pdf.

"Esto podría ser tanto en términos de continuidad de servicios críticos para el funcionamiento de la economía como de acceso de los individuos a sus fondos o activos".

Mientras se sigue trabajando en la cuestión de si son necesarias normas a medida para la liquidación de las stablecoins en quiebra, deben adaptarse las normas existentes para gestionar las quiebras de las empresas de pago, dijo el ministerio.

Propuso modificar el Régimen de Administración Especial de las Infraestructuras del Mercado Financiero, que daría al Banco de Inglaterra poderes para garantizar la continuidad de los servicios de pago de las stablecoins durante una crisis.