Los palestinos, que el sábado entregaron la bala a un coordinador de seguridad estadounidense, dijeron que se les había asegurado que Israel no participaría en la balística.

Washington aún no ha hecho ningún comentario. Estados Unidos tiene un fin de semana festivo para conmemorar el 4 de julio.

La muerte de la reportera de Al Jazeera Shireen Abu Akleh el 11 de mayo durante una incursión israelí en la Cisjordania ocupada, y las disputas entre las partes sobre las circunstancias, han ensombrecido una visita del presidente estadounidense Joe Biden prevista para este mes.

Los palestinos dicen que los militares israelíes mataron deliberadamente a Abu Akleh. Israel lo niega, diciendo que puede haber sido alcanzada por un fuego errante del ejército o por una bala de uno de los pistoleros palestinos que se enfrentaban a sus fuerzas en el lugar.

En un incidente separado, un palestino de 17 años murió en el hospital tras recibir un disparo a última hora del sábado por parte de soldados israelíes en un enfrentamiento en Cisjordania, dijo el Ministerio de Salud palestino. El ejército israelí dijo que un sospechoso había lanzado una bomba incendiaria a los soldados, que en respuesta abrieron fuego.

"La prueba (balística) no será estadounidense. La prueba será una prueba israelí, con presencia estadounidense en todo momento", dijo el portavoz militar israelí, el general de brigada Ran Kochav.

"En los próximos días u horas quedará claro si fuimos nosotros quienes la matamos, accidentalmente, o si fueron los pistoleros palestinos", dijo a la Radio del Ejército. "Si la matamos nosotros, asumiremos la responsabilidad y nos sentiremos arrepentidos por lo ocurrido".

Akram al-Khatib, fiscal general de la Autoridad Palestina, dijo que la prueba tendría lugar en la embajada de Estados Unidos en Jerusalén.

"Tenemos garantías del coordinador estadounidense de que el examen será realizado por ellos y que la parte israelí no participará", dijo Al-Khatib a la radio Voz de Palestina, y añadió que esperaba que la bala fuera devuelta el domingo.

Un portavoz de la embajada estadounidense dijo: "No tenemos nada nuevo en este momento".

Se espera que Biden mantenga reuniones por separado con líderes palestinos e israelíes en su viaje a Oriente Medio del 13 al 16 de julio. El caso de Abu Akleh será una prueba diplomática y doméstica para el nuevo primer ministro israelí, Yair Lapid.

"Se necesitarán unos días para llevar a cabo una prueba balística, con varios expertos, para garantizar que haya una evaluación inequívoca", dijo el viceministro israelí de Seguridad Interior, Yoav Segalovitz, a la Radio del Ejército.

Israel ha dicho que la persona que disparó la bala sólo podría determinarse cotejándola con un arma en un laboratorio forense. Tales pruebas suelen requerir la búsqueda de marcas en la bala dejadas por el estriado único del cañón del arma con la que fue disparada.

El ejército israelí dijo previamente que un soldado podría haber estado en posición de realizar el disparo fatal, lo que sugiere que sólo podría considerar el rifle de ese soldado.