Meloni llegó al poder con una resonante victoria electoral en septiembre, a la que siguió una subida en las encuestas.

Dirigiéndose al parlamento, el ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, declaró que el gobierno vigilaría los niveles de precios para verificar si la tendencia actual estaba determinada por "choques externos o comportamientos especulativos".

Según datos del ministerio de Medio Ambiente y Seguridad Energética, el precio medio de la gasolina la semana pasada fue de 1,81 euros (1,96 dólares) por litro y de 1,86 euros por litro para el gasóleo, frente a los 1,63 euros y 1,68 euros respectivamente de dos semanas antes.

Los precios subieron después de que el gobierno cancelara un recorte de los impuestos especiales introducido por primera vez por el predecesor de Meloni, Mario Draghi, en la primera mitad de 2022, cuando el precio de la gasolina superó los 2 euros por litro.

Sin embargo, Giorgetti dijo a los legisladores que el Gobierno se reservaba el derecho a recortar de nuevo los impuestos especiales "en relación con cualquier aumento verificado de los precios de los carburantes".

Un día antes, Meloni defendió la decisión de no prorrogar la rebaja del precio de los carburantes, afirmando que habría costado 10.000 millones de euros, e indicó que los recursos disponibles se gastarían en cambio en medidas más específicas para los pobres.

En Italia, más del 50% del precio de la gasolina y el gasóleo está compuesto por los impuestos especiales y el IVA sobre las ventas.

El presupuesto italiano para este año ha destinado más de 21.000 millones de euros a ayudar a las empresas y los hogares a pagar las facturas de la electricidad y el gas, principalmente a través de subvenciones para las empresas que consumen mucha energía y las familias con rentas bajas.

Giorgetti dijo que Roma estaba estudiando medidas de alivio adicionales, incluido un tope temporal de los precios según el llamado "enfoque de dos niveles" establecido por la Comisión Europea.

"Este tope, al prever un precio limitado por debajo de un determinado porcentaje del consumo y dejar el precio del resto al mercado, tiene la ventaja de reducir el consumo global", dijo Giorgetti.

El ex primer ministro Giuseppe Conte, líder del opositor Movimiento 5 Estrellas, dijo que esperaba un levantamiento popular contra la subida de los precios de los carburantes, similar al movimiento de los "chalecos amarillos" que arrasó Francia en 2018.

(1 dólar = 0,9247 euros)