Las autoridades de Venezuela habían pedido a Interpol que localizara y detuviera a Ramírez en 2018 y posteriormente solicitaron su extradición a Italia en 2020 en relación con cargos de malversación de fondos.

Ramírez, que niega las acusaciones de corrupción, dice que la administración del presidente Nicolás Maduro busca desprestigiarlo por sus comentarios antigubernamentales.

"El Tribunal Supremo italiano ha declarado definitivamente inadmisible la solicitud de extradición", dijo a Reuters el abogado italiano de Ramírez, Roberto De Vita.

Dijo que el tribunal había respaldado una sentencia anterior según la cual Ramírez no podía ser devuelto a Venezuela debido a las violaciones de los derechos humanos en el Estado sudamericano.

Las sentencias judiciales en Italia se entregan inicialmente a los implicados en el caso y el veredicto aún no se ha publicado en la página web del Tribunal Supremo.

Ramírez fue durante una década ministro de Petróleo y presidente de la petrolera estatal PDVSA, que controla algunas de las mayores reservas de crudo del mundo.

El Tribunal Supremo de Venezuela dijo en Facebook en 2020 que Ramírez se enfrentaba a cargos penales que incluían malversación de fondos y manipulación de licitaciones para contratos petroleros.

Fue destituido de su cargo como enviado de Venezuela ante la ONU en 2017 tras criticar públicamente a Maduro y la situación de la industria petrolera de la nación de la OPEP.

Ramírez había sido un confidente cercano y sigue siendo un admirador del difunto ex presidente Hugo Chávez, predecesor y mentor de Maduro.