La orden intensificará probablemente el debate dentro del gobierno y de la coalición gobernante sobre la magnitud del gasto y la fuente de financiación, ya que algunos legisladores piden un paquete de unos 10 billones de yenes (80.610 millones de dólares).

"Debemos responder con flexibilidad para contrarrestar el impacto en la actividad empresarial y en el sustento de la gente" de la subida de los precios de las materias primas provocada por la guerra de Ucrania, dijo el lunes el primer ministro Fumio Kishida en el parlamento, al anunciar su plan para hacer el pedido.

Kishida se encuentra bajo presión, incluso por parte del socio de coalición gobernante de su partido, el Komeito, para que elabore un presupuesto extra, en lugar de depender únicamente de las reservas reservadas para hacer frente a los gastos relacionados con la pandemia.

"No le hemos dicho al primer ministro que el presupuesto extra debe pasar por la actual sesión del parlamento, aunque eso es lo que tenemos en mente", dijo el ejecutivo de Komeito, Keiichi Ishii, a los periodistas tras una reunión con Kishida.

Kishida ofreció pocas pistas sobre si se consideraría un presupuesto extra, diciendo que la prioridad era aprovechar el dinero de las reservas de COVID-19.

El Komeito presentó a Kishida una propuesta sobre el paquete que pedía ampliar los subsidios a las industrias afectadas por el aumento de los costes del combustible, recortar el impuesto sobre la gasolina, así como medidas para mitigar el impacto del aumento de los precios de los cereales.

El aumento de los precios de los combustibles y de las materias primas ha supuesto un golpe adicional para la economía japonesa, que ha ido a la zaga de otros países en la recuperación sostenida del impacto de la pandemia.

Aunque la debilidad del yen ha beneficiado históricamente a la economía dependiente de las exportaciones, el desplome de la moneda japonesa a mínimos de seis años frente al dólar se considera ahora un riesgo para la recuperación al inflar los costes de importación.

Se espera que la presión política a favor de un gran gasto fiscal aumente antes de las elecciones a la cámara alta del verano, que Kishida debe ganar para consolidar su control del poder dentro de su gobernante Partido Liberal Democrático.

(1$ = 124,0500 yenes)