La nación del este asiático comenzó el jueves a verter en el océano Pacífico agua procedente de la accidentada central de Fukushima, lo que desató protestas en Japón y en los países vecinos y llevó a China a prohibir las importaciones de productos acuáticos procedentes de Japón.

Las pruebas realizadas por el Ministerio de Medio Ambiente en muestras tomadas en 11 puntos cercanos a la central concluyeron concentraciones de isótopo radiactivo tritio por debajo del límite inferior de detección: de 7 a 8 becquerelios de tritio por litro. En su opinión, el agua de mar "no tendrá ningún impacto adverso sobre la salud humana y el medio ambiente".

El ministerio publicará los resultados de las pruebas semanalmente al menos durante los próximos tres meses y después revisará el calendario de divulgación posterior, según declaró un funcionario a Reuters el domingo.

La agencia pesquera japonesa afirmó el sábado que las pruebas realizadas a los peces de las aguas cercanas a la central no detectaron tritio.

El operador de la planta, Tokyo Electric Power Co (Tepco), dijo el viernes que el agua de mar cercana a la planta contenía menos de 10 becquereles de tritio por litro, por debajo de su límite autoimpuesto de 700 becquereles y muy por debajo del límite de la Organización Mundial de la Salud de 10.000 becquereles para el agua potable.

Tepco afirmó el domingo que no había detectado ningún cambio significativo.