Kissinger -un arquitecto de la normalización de los lazos entre Washington y Pekín en la década de 1970 como secretario de Estado y asesor de seguridad nacional en las administraciones de los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford- fue recibido calurosamente como un "viejo amigo" por el presidente chino, Xi Jinping, el jueves, en medio de los esfuerzos de Pekín y Washington para reparar los lazos deshilachados.

La Casa Blanca dijo que estaba al corriente del viaje pero que se trataba de una visita privada de un ciudadano.

Como parte de esas reuniones, Kissinger, de 100 años, también se entrevistó con el principal diplomático chino, Wang Yi, y con el ministro de Defensa, Li Shangfu, que ha declinado mantener conversaciones directas con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.

El general Li, nombrado en marzo, sigue sancionado por Estados Unidos por su papel en una compra de armas en 2017 al mayor exportador de armas de Rusia, Rosoboronexport. Los funcionarios chinos han dicho en repetidas ocasiones que quieren que esas sanciones, impuestas en 2018, sean retiradas para facilitar las conversaciones.

"Es lamentable que un ciudadano privado pueda reunirse con el ministro de Defensa y tener una comunicación y Estados Unidos no pueda", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

"Eso es algo que queremos resolver. Por eso seguimos intentando que se vuelvan a abrir las líneas de comunicación militar, porque cuando no están abiertas y tienes un momento como éste en el que las tensiones son altas, los errores de cálculo también, entonces el riesgo aumenta."

Kirby dijo que los funcionarios de la administración "esperan tener noticias del Secretario Kissinger cuando regrese, para saber lo que oyó, lo que aprendió, lo que vio".

Las tensiones entre las dos mayores economías del mundo se han agudizado por una serie de cuestiones, como la guerra en Ucrania, Taiwán y las restricciones comerciales.

Washington ha intentado restablecer los canales de comunicación sobre estas y otras cuestiones mediante recientes visitas diplomáticas de alto nivel.

El enviado presidencial estadounidense, John Kerry, concluyó el miércoles unas largas conversaciones con Pekín sobre la lucha contra el cambio climático y el actual secretario de Estado, Antony Blinken, viajó a Pekín el mes pasado.

El presidente Joe Biden dijo el mes pasado que quiere reunirse con Xi en los próximos meses, y algunos funcionarios esperan que las conversaciones cara a cara se produzcan ya en la cumbre del Grupo de los 20 que se celebrará en septiembre en Nueva Delhi o en una reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico prevista para noviembre en San Francisco.