Se trata del nivel más alto de advertencia emitido por la agencia de la ONU, que actualmente sólo se aplica a la pandemia de COVID-19 y a la poliomielitis.

Este año se han producido 1.600 casos confirmados y 1.500 sospechosos de viruela del mono y 72 muertes, según la OMS, en 39 países, incluidos aquellos en los que el virus suele propagarse.

La viruela del mono es endémica en algunas zonas de África, pero en los últimos meses se han registrado más casos tanto en esos países como en el resto del mundo. El virus provoca síntomas parecidos a los de la gripe y lesiones en la piel, y se propaga por contacto cercano.

Se cree que es mortal en alrededor del 3-6% de los casos, según la OMS, aunque todavía no se han registrado muertes en el brote fuera de África. La mayoría de las muertes de este año se han producido en la República Democrática del Congo.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que era el momento de considerar la posibilidad de intensificar la respuesta porque el virus se está comportando de forma inusual, hay más países afectados y es necesaria la coordinación internacional.

"No queremos esperar hasta que la situación esté fuera de control", dijo el director de emergencias de la OMS para África, Ibrahima Soc Fall.

El comité que se reunirá la semana que viene estará formado por expertos mundiales, pero el director general de la OMS es quien decide en última instancia si el brote merece la etiqueta, conocida como PHEIC.

Los expertos llevan varias semanas presionando a la OMS para que actúe con mayor rapidez, tras las críticas recibidas por la respuesta inicial de la agencia a la pandemia de coronavirus.

Además del COVID y la polio, otros brotes de enfermedades han sido declarados PHEIC, como el ébola en 2014.

Sin embargo, un comité también puede dejar de dar la alarma. Cuando se creó un comité de emergencia de la OMS para considerar si un brote de fiebre amarilla en África Occidental en 2016 merecía el nivel de amenaza más alto de la agencia, finalmente decidió no hacerlo.

La determinación de la OMS de que un brote constituye una emergencia sanitaria mundial puede ayudar a acelerar la investigación y la financiación para contener una enfermedad.

Tedros también dijo que la OMS está trabajando con sus socios en el cambio de nombre de la viruela del mono y sus variantes, así como en un mecanismo para ayudar a compartir las vacunas disponibles de forma más equitativa.

Algunos países han comenzado a vacunar a los trabajadores sanitarios y a los contactos cercanos de los pacientes de viruela del mono utilizando vacunas contra la viruela, un virus relacionado y más grave que fue erradicado en 1980.

La OMS publicó el martes nuevas directrices sobre la vacunación contra la viruela del mono. [FWN2Y10UW]