Funcionarios de la ONU se estaban poniendo en contacto con las partes para buscar una forma de avanzar, y el ejército no había puesto objeciones a la iniciativa, dijo a los periodistas el representante especial de la ONU, Volker Perthes. "Queremos avanzar rápidamente", dijo.

El plan de la ONU constituye el único esfuerzo sustancial en la actualidad para resolver la crisis política.

La toma del poder por parte de los militares en octubre echó por tierra un acuerdo de reparto del poder con los líderes civiles que pretendía allanar el camino hacia las elecciones tras el derrocamiento del líder Omar al-Bashir en 2019.

El golpe también detuvo una apertura de la economía respaldada por Occidente tras décadas de aislamiento y sanciones.

Los manifestantes han tomado regularmente las calles exigiendo un gobierno civil, y los médicos alineados con el movimiento de protesta dicen que más de 60 personas han muerto en enfrentamientos con los servicios de seguridad.

"Espero que estas consultas se conviertan en algo así como una medida de fomento de la confianza y ayuden al menos a reducir la violencia", dijo Perthes.

Los grupos de protesta y los partidos políticos destituidos por el golpe se han negado hasta ahora a negociar directamente con los militares.

Por ello, las Naciones Unidas comenzarían acercándose a los grupos de forma individual, con la esperanza de pasar a una segunda fase de negociaciones directas o indirectas, dijo Perthes.

En las primeras sesiones del lunes por la tarde participarían grupos de la sociedad civil. "Tendremos cada día una mezcla de partes interesadas con las que estamos hablando", dijo.

Los funcionarios de la ONU han pedido a los grupos que presenten sus visiones sobre el camino a seguir, con el objetivo de producir un consenso sobre los puntos de acuerdo y desacuerdo al concluir las conversaciones.

Perthes dijo que sólo el antiguo partido gobernante de Bashir y el Partido Comunista sudanés habían rechazado de plano la iniciativa, mientras que los militares no se habían opuesto al proceso.

Dijo que sería difícil establecer un calendario para concluir las conversaciones e iniciar las negociaciones y que si se necesitaban una o dos semanas más, no se impondrían plazos estrictos. "El tiempo es precioso, lo sabemos. Hay mucha presión sobre la situación en Sudán y sobre nosotros".

A menos que se encuentre un nuevo rumbo para la transición y un camino hacia unas elecciones creíbles, la situación económica de Sudán podría empeorar y la inestabilidad podría extenderse dentro y fuera de sus fronteras, según los analistas y los diplomáticos.

Perthes dijo a Reuters que encontraría la manera de aprovechar las ofertas de apoyo de los actores internacionales, entre ellos Estados Unidos y Arabia Saudí, ambos donantes clave, y que otros, entre ellos los estados europeos y Kenia, también habían ofrecido su respaldo.

"Estados Unidos, los saudíes y un par de otros están muy implicados, han ayudado a desarrollar algunas ideas", dijo.

Están previstas más protestas masivas contra los militares, y se espera otra ronda el miércoles.