La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, incluida Rusia, conocida como OPEP+, se reúne mientras la demanda se enfrenta a vientos en contra y la oferta podría verse impulsada por el retorno del crudo iraní si Teherán consigue un acuerdo con las potencias mundiales sobre sus trabajos nucleares.

El crudo Brent ha caído a unos 93 dólares el barril desde los 120 dólares de junio por el temor a una desaceleración económica y una recesión en Occidente.

Se espera que Irán añada 1 millón de barriles diarios a la oferta o el 1% de la demanda mundial si se suavizan las sanciones, aunque la perspectiva de asegurar un acuerdo nuclear parecía menos clara el viernes.

El mes pasado, el principal productor de la OPEP, Arabia Saudí, señaló la posibilidad de recortar la producción para hacer frente a lo que considera un descenso exagerado de los precios del petróleo.

Las señales del mercado físico sugieren que la oferta sigue siendo escasa, ya que muchos estados de la OPEP producen por debajo de los objetivos y las nuevas sanciones occidentales amenazan las exportaciones rusas.

Rusia dijo la semana pasada que dejaría de suministrar petróleo a los países que apoyan la idea de limitar el precio de los suministros energéticos rusos en medio del conflicto militar en Ucrania.

También recortó aún más las entregas de gas en Europa, que probablemente se enfrentará a una nueva subida del precio del gas.

Cinco fuentes de la OPEP+ dijeron el domingo que la reunión del 5 de septiembre podría dar continuidad a las políticas existentes.

Sin embargo, dos de las cinco fuentes dijeron que el grupo podría discutir un pequeño recorte de 100.000 barriles diarios para devolver las cuotas de producción a los niveles de agosto. Una de las dos fuentes dijo que esto daría al mercado "un sentimiento de recorte simbólico".