A pesar de sus ricas reservas de oro y diamantes, la República Centroafricana es uno de los países más pobres y menos desarrollados del mundo y lleva años sumida en la violencia de los rebeldes.

La semana pasada el Parlamento aprobó por unanimidad un proyecto de ley que regula el uso de las criptomonedas, según un comunicado firmado por Obed Namsio, jefe de gabinete del presidente Faustin-Archange Touadera.

"El presidente apoya este proyecto de ley porque mejorará las condiciones de los ciudadanos centroafricanos", dijo Namsio a Reuters, sin dar más detalles.

En la declaración, lo calificó de "paso decisivo para abrir nuevas oportunidades para nuestro país".

La República Centroafricana es una de las seis naciones que utilizan el franco CFA centroafricano, una moneda regional regida por el Banco de los Estados de África Central (BEAC).

Dos de los antiguos primeros ministros del país firmaron la semana pasada una carta en la que expresaban su preocupación por la adopción del bitcoin sin la orientación del BEAC, calificándolo de "grave delito".

"El BEAC se enteró al mismo tiempo que el público de la promulgación de una nueva ley sobre criptodivisas en la República Centroafricana", dijo a Reuters un portavoz del BEAC, añadiendo que el banco no tenía aún una respuesta oficial.

El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal el año pasado, pero el despliegue se vio obstaculizado por el escepticismo y pospuso un bono de bitcoin propuesto en marzo en medio de la agitación del mercado mundial.

Los gobiernos africanos han adoptado un enfoque variado a la hora de regular las criptodivisas y la tecnología blockchain.

El banco central de Nigeria prohibió a los bancos locales trabajar con criptodivisas el año pasado antes de lanzar su propia moneda digital, la eNaira.

Los reguladores sudafricanos han estado explorando la posible regulación de las criptodivisas y otras tecnologías de cadena de bloques, y el banco central de Tanzania dijo el año pasado que estaba trabajando en una directiva presidencial para prepararse para las criptodivisas.