Los negociadores de los países de la UE y el Parlamento Europeo acordaron en la madrugada del miércoles recaudar el 60% de las subvenciones de un Fondo de Innovación de la UE, un fondo de ingresos del mercado del carbono que actualmente se destina a tecnologías ecológicas de vanguardia.

El otro 40% provendría de los ingresos de las ventas de permisos de CO2 realizadas antes de lo previsto.

El mercado del carbono de la UE obliga a las centrales eléctricas y a las fábricas a comprar permisos de CO2 cuando contaminan. El precio de esos permisos se ha disparado en los últimos años, aumentando los ingresos que reciben los países por su venta a las empresas emisoras de CO2.

La financiación se destinará a áreas como la expansión de las energías renovables, las renovaciones para ahorrar energía y los proyectos para ayudar a la industria pesada a descarbonizarse.

Los Estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo tienen que aprobar formalmente el acuerdo antes de que entre en vigor el año que viene.

Los precios de los permisos de carbono de la UE han subido en parte por el endurecimiento de los objetivos de reducción de emisiones, que reducirá la oferta de permisos de CO2 disponibles esta década. El precio de referencia de los permisos de carbono de la UE cotizó el miércoles en torno a los 88 euros por tonelada.

La Comisión Europea había propuesto originalmente que el dinero para las nuevas inversiones en energía procediera de la venta de permisos almacenados en la "reserva de estabilidad del mercado" de carbono, un plan diseñado para absorber el exceso de permisos y evitar que el mercado sufra un exceso de oferta.

Países como Holanda y Dinamarca se opusieron a esa idea, advirtiendo de que jugar con la reserva podría minar la confianza en el mercado del carbono y deprimir el precio del carbono en la UE.

Los negociadores de la UE también intentarán llegar a un acuerdo a finales de esta semana sobre una revisión más amplia del mercado del carbono, que es fundamental para el objetivo de la UE de reducir sus emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 55% respecto a los niveles de 1990 para 2030.