En la actualidad, la UE de 27 países tiene un presupuesto centrado principalmente en la equiparación de los niveles de vida y algunas políticas de gasto comunes basadas en cifras que se fijan cada siete años tras un minucioso debate.

"Una mayoría de los encuestados apoya el establecimiento de una capacidad fiscal central de la UE, en particular para la estabilización macroeconómica", dice un informe de la Comisión sobre la consulta que se publicó el lunes.

La idea, defendida por los economistas como un contrapeso necesario a la política monetaria única del Banco Central Europeo, no ha conseguido el apoyo de los gobiernos de la UE en el pasado.

Los Estados miembros se han resistido hasta ahora al cambio porque supondría transferir más soberanía nacional a la UE, una cooperación fiscal más estrecha y, muy probablemente, un endeudamiento conjunto regular de la UE y nuevas fuentes de ingresos de la UE para pagar la deuda conjunta.

La Comisión dijo que los nuevos puntos de vista se produjeron después de que el año pasado publicara una consulta en línea en la que pedía opiniones sobre el marco fiscal de la UE.

De las 225 respuestas válidas, más de una quinta parte procedía de ciudadanos particulares, dijo. Otra quinta parte procedía del mundo académico y otra quinta parte de los sindicatos. Las organizaciones no gubernamentales, las instituciones fiscales independientes y los grupos de reflexión también contribuyeron en gran medida, según los datos.

Los encuestados quieren que las normas apoyen más el crecimiento económico, las cuestiones sociales y la lucha contra el cambio climático, manteniendo al mismo tiempo la sostenibilidad de la deuda pública, dijo la Comisión.

Las personas y organizaciones afirmaron que la inversión "verde" debería recibir una atención especial en las normas debido al desafío climático, y un gran número de ellas pidió la simplificación, la transparencia y una mayor apropiación nacional de las normas.

La consulta pública no es vinculante en modo alguno. Forma parte de un debate sobre los cambios en las normas fiscales de la UE, que ahora se están revisando.

La mayoría de las opiniones proceden de Italia, con Bélgica en segundo lugar y Francia y Alemania no muy lejos, según la Comisión.

La Comisión debe presentar sus sugerencias sobre cómo modificar las normas, que limitan el endeudamiento de los gobiernos para salvaguardar el valor del euro, antes de junio.

El año pasado, la UE acordó un endeudamiento conjunto sin precedentes de 800.000 millones de euros para reconstruir su economía tras la pandemia mediante inversiones que la digitalicen y ayuden a reducir finalmente las emisiones de CO2 a cero.

Pero el endeudamiento conjunto estaba claramente marcado como algo excepcional. Se sumó al presupuesto ordinario de 1,1 billones de euros fijado para los 27 países para los próximos siete años, financiado con las contribuciones de los gobiernos y los ingresos fiscales ya asignados a la UE.