La Comisión Europea dio más de 7 millones de dólares en ayuda a las operaciones del PMA en Somalia el año pasado, una fracción de los más de 1.000 millones de dólares que recibió en donaciones totales, según datos de la ONU.

Los Estados miembros de la UE dieron mucho más dinero de forma bilateral. No estaba claro de inmediato si alguno suspendería también la ayuda.

Balazs Ujvari, portavoz de la Comisión Europea, no confirmó ni negó específicamente una suspensión temporal, pero dijo: "Hasta ahora, la UE no ha sido informada por sus socios de la ONU de un impacto financiero en los proyectos financiados por la UE.

"No obstante, seguiremos vigilando la situación y nos atendremos a nuestro planteamiento de tolerancia cero frente al fraude, la corrupción o la mala conducta", afirmó.

El PMA no respondió inmediatamente a las peticiones de comentarios.

Un alto funcionario de la UE dijo que la decisión se tomó después de que la investigación de la ONU concluyera que terratenientes, autoridades locales, miembros de las fuerzas de seguridad y trabajadores humanitarios estaban implicados en el robo de ayuda destinada a personas vulnerables.

Este funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que la ayuda se restablecería después de que el PMA cumpliera condiciones adicionales, entre ellas la investigación de los socios sobre el terreno en Somalia. El segundo alto funcionario de la UE lo confirmó.

Una tercera fuente, también funcionario de la UE, dijo que la Comisión estaba "cooperando activamente con el PMA para resolver los defectos sistémicos", pero afirmó que por el momento no se había suspendido ninguna ayuda.

El informe del 7 de julio, marcado como "estrictamente confidencial", fue encargado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, según una copia revisada por Reuters. El contenido del informe fue publicado por primera vez el lunes por Devex, un medio de comunicación centrado en el desarrollo internacional.

En él se citaba a desplazados internos que afirmaban haber sido coaccionados a pagar hasta la mitad de la ayuda en efectivo que recibían a personas en posiciones de poder ante las amenazas de desalojo, arresto o baja de las listas de beneficiarios.

Hace tres meses, el PMA y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) suspendieron la ayuda alimentaria a la vecina Etiopía en respuesta al desvío generalizado de donaciones.

La Comisión Europea aporta 10 millones de euros (10,69 millones de dólares) a Somalia y Etiopía a través del PMA, y la suspensión cubre parte de esa cantidad, según uno de los altos funcionarios de la UE.

Estados Unidos es, con diferencia, el mayor donante humanitario de Somalia. El año pasado, aportó más de la mitad de los 2.200 millones de dólares de financiación que se destinaron a la respuesta humanitaria allí.

La portavoz de USAID, Jessica Jennings, dijo en un comunicado que Estados Unidos estaba trabajando para comprender el alcance del desvío y que "ya estaba tomando medidas para proteger a los beneficiarios y garantizar que el dinero de los contribuyentes se utiliza para beneficiar a las personas vulnerables en Somalia, como estaba previsto."

Un funcionario de la agencia, que habló bajo condición de anonimato, dijo que las situaciones en Etiopía y Somalia eran diferentes y que USAID no planeaba pausar la ayuda alimentaria en esta última.

La Oficina de Gestión de Desastres de Somalia, que coordina la respuesta humanitaria del gobierno, dijo en un comunicado el lunes que las autoridades somalíes estaban comprometidas a investigar las conclusiones del informe de la ONU, al tiempo que señaló que los actuales sistemas de entrega de ayuda operan "fuera de los canales del gobierno."

La oficina de Guterres no respondió inmediatamente a las peticiones de comentarios.

'GENERALIZADO Y SISTÉMICO

Los donantes aumentaron la financiación a Somalia el año pasado cuando los responsables humanitarios advirtieron de una hambruna inminente debido a la peor sequía del Cuerno de África en décadas.

La hambruna se evitó, según los datos oficiales, pero hasta 43.000 personas, la mitad de ellas niños menores de 5 años, murieron el año pasado como consecuencia de la sequía, según han calculado los investigadores.

El informe de la ONU no intentó cuantificar la cantidad de ayuda que fue desviada, pero afirmó que sus conclusiones "sugieren que el desvío de ayuda posterior a la entrega en Somalia es generalizado y sistémico".

En total, los investigadores recopilaron datos de 55 emplazamientos de desplazados internos en Somalia y hallaron desvío de ayuda en todos ellos, según el informe. Unos 3,8 millones de personas están desplazadas en Somalia, una de las tasas más altas del mundo.

La distribución de la ayuda ha sido un problema en Somalia durante décadas, complicado por la debilidad de las instituciones gubernamentales, la inseguridad generalizada causada por una insurgencia islamista y la marginación de los clanes minoritarios.

Desde las revelaciones sobre el robo de ayuda durante una hambruna en 2011, las agencias humanitarias han convertido la mayor parte de su asistencia en transferencias basadas en efectivo que han sido presentadas por algunos funcionarios como menos vulnerables a la corrupción.

El informe de la ONU fue la última prueba de que los sistemas basados en efectivo también pueden ser explotados. En él se identificaban diversos autores, encabezados por los llamados "guardianes", individuos poderosos de los clanes locales dominantes.

Según el informe, estos guardianes aprovechan su influencia sobre el acceso a los campamentos y a las listas de beneficiarios de alimentos para coaccionar a los desplazados internos para que paguen.

Los miembros de las fuerzas de seguridad también desempeñan un papel al intimidar y a veces detener a las personas que se niegan a pagar, mientras que algunos trabajadores humanitarios actúan en connivencia con los guardianes para embolsarse los fondos robados, según el informe.

Aunque por ahora se ha evitado la hambruna, el informe advertía de que una financiación humanitaria inadecuada podría poner en peligro los frágiles avances.

Los presupuestos de ayuda están bajo presión en todo el mundo y hasta la fecha sólo se ha financiado el 36% de los 2.600 millones de dólares que, según la ONU, se necesitan para la respuesta humanitaria de Somalia este año.

(1 dólar = 0,9355 euros)