El índice de gestores de compras (PMI) de S&P Global para el sector servicios español, que representa alrededor de la mitad de la producción económica española, subió a 56,7 el mes pasado desde los 52,7 de enero, muy por encima de la marca de 50,0 que separa el crecimiento de la contracción.

"Las expansiones de la actividad y de los nuevos negocios fueron acusadas y las más rápidas en 10 y 15 meses, respectivamente, mientras que el crecimiento del empleo se mantuvo por quinto mes consecutivo", declaró Laura Denman, economista de S&P Global.

Aunque los encuestados se mostraron muy optimistas sobre la producción en los próximos 12 meses, con el grado de confianza en su nivel más alto en un año, dijo que era "difícil no desconfiar de la longevidad de la trayectoria actual del sector" debido a la inflación obstinadamente alta de los precios de los insumos y de los gastos de producción.

Una encuesta hermana sobre la actividad de las fábricas españolas en febrero, publicada el miércoles, mostró una expansión por primera vez desde junio, a medida que la demanda empezaba a mejorar.

Aun así, se prevé que el crecimiento económico de España se ralentice este año hasta situarse en torno al 1,4%-1,6%, desde la tasa de expansión del 5,5% registrada en 2022, más fuerte de lo esperado.