El índice de gestores de compras (PMI) desestacionalizado de S&P Global para los fabricantes surcoreanos descendió a 47,6 en marzo desde los 48,5 de febrero.

Fue la lectura más baja desde septiembre de 2022 y el noveno mes consecutivo por debajo de 50, línea que separa la expansión de la contracción.

Los subíndices mostraron que la producción se contrajo más que en cinco meses, mientras que los nuevos pedidos cayeron más que en tres.

La contracción de los pedidos de exportación también se acentuó con respecto al mes anterior, lo que pone de relieve la atonía de la demanda mundial, en un momento en que la economía mundial se debate entre la campaña de endurecimiento de las políticas de los principales bancos centrales, que dura ya varios meses, y las secuelas de la guerra de Ucrania.

En general, los resultados de la encuesta sugieren que la cuarta mayor economía de Asia se enfrenta a un camino más largo hacia una recuperación post-COVID.

"Los datos del PMI de marzo señalaron que el sector manufacturero de Corea del Sur seguía sumido en territorio de contracción", declaró el economista Usamah Bhatti de S&P Global Market Intelligence.

"Los últimos datos de la encuesta ofrecen indicios de que al sector aún le queda camino por recorrer para superar la actual recesión".

La encuesta también mostró que la inflación de los precios de los insumos se aceleró por primera vez en cinco meses, alegando las empresas el aumento de los precios de las materias primas y la debilidad de los tipos de cambio. La inflación de los precios de producción también se aceleró.

Como nota positiva, marzo marcó el menor retraso en los plazos de entrega de los proveedores desde noviembre de 2019. La encuesta señaló que la escasez de materias primas seguía siendo una carga, pero una demanda más suave había ayudado a desatascar algunos de los escollos de la cadena de suministro.

Además, una mejora en el sentimiento empresarial impulsó el grado general de optimismo a un máximo de ocho meses.