Las altas temperaturas que limitan los caudales alcanzables se vieron agravadas por la pérdida de presión del suministro, según la actualización del mercado.

Gran parte de Europa se está cociendo en una ola de calor que, según los científicos, es coherente con el cambio climático y ha hecho que las temperaturas alcancen los 40 grados centígrados (más de 110 Fahrenheit) en algunas regiones.