OSLOMEJ, Macedonia del Norte, 19 abr (Reuters) - Los países balcánicos del sureste de Europa están recurriendo al carbón para hacer frente a la subida mundial de los precios de la energía, lo que hace temer a los grupos ecologistas que acaben por retractarse de sus compromisos de eliminar el combustible fósil más contaminante.

Macedonia del Norte, que en su día fue pionera en atraer inversores en energías renovables, declaró a principios de este mes que planea abrir dos nuevas minas de carbón para abastecer a las centrales eléctricas.

El Ministerio de Energía macedonio también dijo que quiere comprar 3 millones de toneladas de carbón al vecino Kosovo, aunque no se ha firmado ningún acuerdo.

"Con el inicio de la crisis energética, no sólo nosotros, sino todos los países de Europa, hemos aumentado inmediatamente la producción de electricidad a partir del carbón, porque es la fuente más barata y segura", dijo Vasko Kovacevski, director general de la empresa estatal macedonia Elektrani na Severna Makedonija (ESM).

El aumento de los precios al por mayor, los bajos inventarios y la invasión rusa de Ucrania han disparado los precios de la energía y han llevado a muchos países a tener dificultades para asegurarse el suministro.

Pero los ecologistas dicen que recurrir al carbón no es la respuesta.

"La descarbonización es uno de los pilares de la agenda verde, ¿y presentamos un plan para una mina de carbón? Esto es inaceptable", dijo Nevena Smilevska, del grupo ecologista Eko-svest de Skopie.

Las nuevas minas de carbón son Zivojno, cerca de la central eléctrica de Bitola, en el sur del país, y Gushterica, cerca de la central de Oslomej, en el oeste. Ni el Gobierno macedonio ni ESM han dicho cuándo se abrirán ni cuánto producirán.

Skopie tenía previsto eliminar el carbón en 2027, pero en enero retrasó este objetivo hasta 2030.

Kosovo, por su parte, dijo que varias empresas extranjeras --incluidas las alemanas-- también han preguntado por la compra de carbón. Kosovo cuenta con los quintos mayores depósitos de lignito del mundo, un carbón blando cuyo contenido energético relativamente bajo se traduce en una contaminación especialmente tóxica al quemarse.

Serbia ha declarado que aumentará la producción de carbón debido a la insuficiencia de lluvias para las centrales hidroeléctricas y que importará 500 toneladas de carbón al día desde Montenegro.

Bosnia, el único país balcánico que exporta electricidad, dice que retrasará sus planes de cierre de centrales de carbón debido a los altos precios de la energía y al impacto de la guerra en Ucrania.

En la central de Oslomej, en Macedonia del Norte, se ha construido recientemente una instalación solar de 10 megavatios como parte de un plan para sustituir el carbón.

La noticia de que se quemará más carbón en la planta fue recibida con consternación por Xhelil Zendeli, que vive cerca.

"La gente de aquí está revuelta. Esto (el uso de carbón) no debería funcionar ni un día más. Cuanto antes la cierren, mejor", dijo Zendeli, limpiando el polvo de una placa metálica de su casa que, según él, se desprende de la quema de carbón en la planta.

(Información adicional de Daria Sito-Sucic en Sarajevo e Ivana Sekularac en Belgrado; edición de Mark Potter; traducción de Darío Fernández)