"El factor más significativo que contribuye al descenso del volumen de negocio es el continuo alejamiento del Libor para las principales divisas", dijo el BPI en su última instantánea trienal del mercado mundial de derivados OTC de tipos de interés.

Los bancos y sus clientes utilizan los swaps de tipos de interés para asegurarse contra movimientos inesperados en los costes de los préstamos.

Después de que los bancos fueran multados por intentar amañar el Tipo de Oferta Interbancaria de Londres, o Libor, la mayor parte de las permutas del índice de referencia fueron desechadas a finales de 2021 y sustituidas por tipos recopilados por los bancos centrales.

La sustitución del Libor redujo el volumen de negocio de los acuerdos de tipos a plazo o FRA, un tipo de contrato de derivados, y el volumen de negocio de los FRA en dólares cayó un 98%.

Las mesas de ventas de Gran Bretaña registraron el mayor volumen de negocio de derivados de tipos de interés, con 2,6 billones de dólares, o el 46% del volumen de negocio "neto-bruto" mundial, frente al 51% de 2019.

"El volumen de negocio en swaps de dólares estadounidenses se ha desplazado parcialmente de las mesas de ventas del Reino Unido a Estados Unidos y a los centros financieros asiáticos", señaló el BPI.

"Del mismo modo, el volumen de negocio en swaps en euros se ha desplazado del Reino Unido a la zona euro".

El Brexit a partir de finales de 2020 significó que los bancos de la UE ya no podrían negociar derivados OTC en Londres, obligándoles a negociar en plataformas de Estados Unidos en algunos casos.

El volumen de negocio de los contratos en euros alcanzó los 1,8 billones de dólares al día en abril de 2022, lo que supone el 34% del volumen de negocio mundial, frente al 25% de 2019, mientras que los contratos en dólares cayeron de aproximadamente la mitad del mercado mundial en 2019 al 44% en abril.

El volumen de negocio de los swaps de tipos en euros en Gran Bretaña cayó un 18% hasta 1 billón de dólares en los tres años, mientras que el volumen de negocio de los intermediarios, especialmente en Alemania y Francia se triplicó con creces, pasando de 124.000 millones de dólares en 2019 a 385.000 millones en 2022.

Los contratos denominados en euros, excluidos los FRA, negociados en los países de la zona euro representaron más de una cuarta parte del total mundial, la cuota más alta desde 2010, dijo el BPI.