La embajada británica en Beirut dijo el viernes que estaba "profundamente preocupada" por el cierre por parte de los bancos libaneses de cuentas pertenecientes a personas que son nacionales o residentes del Reino Unido.

En un comunicado, la embajada dijo que "esta acción unilateral" por parte de los bancos había señalado a los titulares de cuentas en función de su residencia o nacionalidad británica, en "lo que parece ser una manera selectiva y discriminatoria".

El comunicado no nombraba a ningún prestamista del sector bancario libanés, afectado por la crisis, en el que más de 100.000 millones de dólares de ahorros en divisas permanecen atascados, sin que la mayoría de los depositantes puedan acceder a sus fondos.

Un sindicato de ahorradores con fondos atascados en bancos libaneses afirma que más de 50 ahorradores británicos se han puesto en contacto porque sus cuentas fueron cerradas unilateralmente o temían su cierre, desde que el 28 de febrero un tribunal británico ordenara a dos bancos libaneses transferir fondos a un cliente británico.

La orden judicial británica del 28 de febrero exigía al Banco Audi del Líbano y a su homólogo SGBL que transfirieran 4 millones de dólares a un cliente, la primera sentencia del Reino Unido que obliga a los bancos libaneses a transferir dólares fuera del sistema bancario, lo que hace prever acciones similares.

El sistema financiero del Líbano se derrumbó en 2019 bajo el peso de las enormes deudas públicas causadas por décadas de corrupción, despilfarro y clientelismo del gobierno, que pidió grandes préstamos a los bancos libaneses.

En ausencia de una ley de control de capitales en el Líbano, los bancos comenzaron a imponer restricciones informales a las retiradas y transferencias al extranjero cuando el sistema financiero se derrumbó en 2019.

Estos controles nunca se formalizaron con una legislación y han sido impugnados en los tribunales locales e internacionales, con resultados dispares.

Las disputas legales entre los bancos y los depositantes que buscan su dinero en efectivo también se están produciendo en el Líbano.

Y, en respuesta, más bancos han estado cerrando cuentas y emitiendo cheques por el saldo sin consultar a los clientes, dicen los abogados que actúan para los depositantes.

El embajador británico Ian Collard instó "a las autoridades libanesas a garantizar que todos los depositantes reciban un trato adecuado y justo, y subrayó la importancia de que los bancos libaneses no discriminen a los titulares de las cuentas en función de su nacionalidad o residencia británica".

En reuniones con funcionarios, entre ellos el gobernador del banco central y el primer ministro, "dejó clara su preocupación por el trato que reciben los depositantes de nacionalidad británica y los residentes británicos", dice el comunicado.