La firmeza del dólar estadounidense hizo que el yen se bloqueara el martes cerca de un nuevo mínimo de 34 años, lo que mantuvo a los inversores atentos a las intervenciones, a la espera del informe clave sobre la inflación en Estados Unidos y de la decisión del Banco de Japón sobre los tipos de interés esta semana.

El yen se mantuvo inmovilizado tras tocar el lunes los 154,85 yenes, su nivel más bajo desde mediados de la década de 1990, ya que los marcados diferenciales de tipos entre EE.UU. y Japón volvieron a cobrar protagonismo en medio de un alivio de las tensiones entre Irán e Israel. La última vez rondó los 154,76 por dólar.

Los operadores se han mantenido cautelosos ante la posibilidad de que el yen se acerque a 155,00, un nivel considerado por muchos participantes como el nuevo desencadenante de la intervención de las autoridades japonesas.

Sin embargo, existen dudas sobre si Tokio actuará tan cerca de la reunión de política monetaria de dos días del Banco de Japón que comienza el jueves.

Se espera que el banco central japonés proyecte que la inflación se mantendrá en torno a su objetivo del 2% durante los próximos tres años en las nuevas previsiones que se publicarán el viernes, lo que indica que está dispuesto a volver a subir los tipos de interés este año desde los actuales niveles cercanos a cero.

La debilidad del yen puede forzar al banco central a "adoptar un tono más duro", lo que adelantaría las expectativas de otra subida de tipos y apoyaría al yen, según Carol Kong, estratega de divisas del Commonwealth Bank of Australia.

"Pero espero que el USD/JPY se mantenga elevado a corto plazo debido a la amplia fortaleza del USD, que mantendrá viva la posibilidad de una intervención en el mercado de divisas".

La debilidad del yen complica la senda política del Banco de Japón, y algunos agentes del mercado apuestan a que el banco central podría verse presionado a subir los tipos antes de lo que desea para frenar la caída de la divisa.

El ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, que ha advertido repetidamente contra los movimientos especulativos de la divisa en las últimas semanas, dijo el martes que las autoridades locales trabajarán estrechamente con sus homólogos extranjeros para hacer frente a la excesiva volatilidad del mercado de divisas.

La fortaleza del dólar ha sido generalizada, con ganancias que se acercan al 5% este año.

La última cotización se situó en torno a los 106,09, por debajo de los máximos de cinco meses alcanzados la semana pasada, después de que los comentarios de los responsables de la Reserva Federal y una serie de datos de inflación por encima de lo esperado obligaran a recortar las expectativas de recorte de tipos.

Los mercados están valorando actualmente en un 46% la posibilidad de que la Fed realice su primer recorte de tipos a partir de septiembre, y noviembre no se queda muy atrás con un 42%, según la herramienta FedWatch de la CME. Esto contrasta fuertemente con lo que ocurría hace tan sólo unas semanas, cuando los mercados apostaban por junio para el inicio del ciclo de relajación monetaria estadounidense.

Los inversores tendrán otra oportunidad de evaluar la fortaleza de la economía estadounidense esta semana, con los datos del producto interior bruto del primer trimestre el jueves y el índice de gastos de precios de consumo personal (PCE), la medida de inflación preferida de la Fed, el viernes.

"Es concebible que los mercados retrasen aún más el calendario de la esperada primera bajada de tipos de septiembre, si el PIB y/o el PCE de esta semana se suman a las preocupaciones sobre el estancamiento de la desinflación. Por lo tanto, el riesgo se orienta hacia unos rendimientos estadounidenses más elevados y un dólar más fuerte", afirmó Kong, del Commonwealth Bank of Australia.

Las previsiones de los mercados apuntan a un aumento del 0,3% de la cifra principal del PCE en marzo, sin cambios respecto al mes anterior, y a un avance interanual del 2,6%, frente al 2,5% de febrero, según un sondeo de Reuters.

Mientras que septiembre ha surgido como la nueva apuesta para la primera bajada de tipos de la Fed, se mantienen las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE) empiecen a recortar a mediados de año.

Esta divergencia ha hecho retroceder al euro, que va camino de registrar su mayor caída mensual frente al dólar desde enero. El martes, la divisa del bloque del euro cotizaba prácticamente sin cambios a 1,0655 dólares.

La libra esterlina cotizaba por última vez a 1,2354 dólares, tras caer el lunes a un nuevo mínimo de cinco meses frente al dólar, a 1,2299 dólares.

En criptodivisas, el bitcoin subía un 0,51% a 66.879,00 dólares.