Un portavoz del servicio de inteligencia del PEJ dijo a Reuters que no tenía ningún comentario sobre los informes de los medios de comunicación griegos que detallan la afirmación de Thanasis Koukakis, de 43 años, un periodista financiero que trabaja para CNN Grecia y que ha realizado reportajes de investigación sobre delitos financieros.

La acusación se produce en un momento en el que la Unión Europea (UE) está empezando a seguir a Estados Unidos en la adopción de una postura más firme frente a los comerciantes de programas espía y el uso de potentes programas de vigilancia.

"Se ha iniciado una investigación preliminar sobre el asunto", dijo a Reuters el fiscal, que declinó ser identificado, y añadió que la investigación trataría de determinar si se había producido una violación de la legislación sobre privacidad de las telecomunicaciones del país.

Koukakis dijo a Reuters que creía que su teléfono había sido infectado por el programa espía Predator, desarrollado por Cytrox, una empresa de vigilancia con sede en Europa. El software espía Cytrox Predator es vendido en Grecia por Intellexa, que no respondió a una petición de Reuters para que hiciera comentarios.

Koukakis, que sospechó por primera vez que EYP estaba escuchando sus llamadas en julio de 2020, pidió a la autoridad independiente de privacidad de las telecomunicaciones ADAE que determinara si se había producido una violación de la privacidad y, en ese caso, si había sido ordenada por un fiscal.

"No podía creer que me estuvieran pinchando", dijo Koukakis a Reuters.

Koukakis dijo que la autoridad respondió en julio de 2021, diciendo que no había encontrado nada que violara la ley sobre la confidencialidad de las comunicaciones.

La respuesta de la ADAE se produjo cuatro meses después de que el gobierno aprobara una enmienda a la ley de privacidad que le prohíbe informar a las personas sometidas a escuchas por motivos de seguridad nacional. La enmienda entró en vigor con carácter retroactivo.

La ADAE no tuvo una respuesta inmediata. La asesora jurídica de la ADAE, Katerina Papanicolaou, dijo a Reuters que no estaba autorizada a comentar el asunto.

Después de que su teléfono "empezara a actuar de forma extraña" en lo que parecía ser un segundo intento de espionaje, Koukakis dijo que pidió ayuda al Citizen Lab de la Universidad de Toronto, que rastrea la industria del software espía. El investigador del Citizen Lab, Bill Marczak, confirmó que el Laboratorio analizó el teléfono de Koukakis y encontró rastros del programa espía Predator.

"Lo analizamos y confirmamos una infección de Cytrox", dijo a Reuters. "Identificamos los SMS del teléfono que se utilizaron para atacarlo... es el primer caso griego que hemos podido confirmar".

Al comentar la supuesta intervención del teléfono de Koukasis, el portavoz del gobierno, Giannis Oikonomou, dijo a los periodistas esta semana que las autoridades griegas no utilizan el programa espía supuestamente implicado en el hackeo y no hacen negocios con las empresas que lo venden.

La UE considera inaceptable el uso de programas espía contra periodistas.

El caso de Koukakis será investigado por los legisladores de la UE que rastrean la propagación del software de espionaje en Europa, dijo Sophie in't Veld, diputada holandesa del Parlamento Europeo. El caso griego "entraría de lleno en el ámbito de nuestra investigación", dijo.