Morad Tahbaz, iraní-estadounidense que también posee la ciudadanía británica, ha cumplido cinco años de una condena de 10 años tras ser declarado culpable de espionaje.

Fue puesto brevemente en libertad bajo arresto domiciliario con una etiqueta electrónica en marzo de 2022, cuando se permitió salir de Irán a otros dos ciudadanos con doble nacionalidad, entre ellos la cooperante británico-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe.

En julio se citó a su abogado diciendo que se le había concedido la libertad bajo fianza, pero su hija dijo que ahora estaba de nuevo en la cárcel.

"Creo que el hecho de que desde que Biden ha asumido el cargo se nos haya dicho que nuestros seres queridos son una prioridad, y luego no ver ninguna acción... es difícil mantener la esperanza", dijo Tara Tahbaz a Reuters en Madrid mientras estaba de visita desde Estados Unidos para ver a unos familiares.

Dijo que su familia y los parientes de otros dos prisioneros estadounidenses en Irán esperaban que Biden les concediera tiempo para explicar sus historias en una reunión en Washington prevista para el mes próximo.

Dijo que su padre, ahora de 67 años, padecía cáncer de próstata y que le habían practicado COVID-19 tres veces en la cárcel.

Estados Unidos ha instado a Irán a que libere a Tahbaz y a otros dos ciudadanos, Emad Shargi y Siamak Namazi, todos ellos encarcelados por cargos de espionaje que, según Washington, carecen de fundamento.

El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, tuiteó el sábado: "Una vez más pedimos a Irán que deje de encarcelar injustamente a ciudadanos extranjeros para utilizarlos como palanca política y que libere a los ciudadanos estadounidenses Emad Shargi, Morad Tahbaz y Siamak Namazi".

Namazi, ejecutivo petrolero, fue encarcelado durante 10 años en 2016 acusado de espionaje y de cooperar con el gobierno estadounidense. Shargi fue declarado culpable en 2021 y también condenado a 10 años.