La inflación subyacente en la capital de Japón se ralentizó por segundo mes consecutivo en abril y cayó por debajo del objetivo del 2% fijado por el banco central, según mostraron los datos el viernes, lo que complica su decisión sobre cuándo subir los tipos de interés.

La lectura se produce unas horas antes de que concluya la reunión de política monetaria del Banco de Japón, de dos días de duración, en la que está previsto que el consejo mantenga estables los tipos de interés y elabore nuevas proyecciones trimestrales sobre la inflación hasta principios de 2027.

El índice de precios al consumo (IPC) subyacente en Tokio, un indicador adelantado de las cifras a nivel nacional, aumentó un 1,6% en abril con respecto al año anterior, ralentizándose con respecto a la subida del 2,4% de marzo. Se comparó con una previsión mediana del mercado de una subida del 2,2%.

Un índice separado que excluye el efecto de los costes de los alimentos frescos y del combustible, considerado como un indicador más amplio de la tendencia de los precios, también mostró una ralentización de la inflación hasta el 1,8% en abril desde el 2,9% de marzo. Fue el ritmo de aumento más lento desde septiembre de 2022, cuando el índice subió un 1,7% interanual.

Aunque la inflación subyacente sigue estando por encima del objetivo del 2% del banco central, la ralentización pone de manifiesto la incertidumbre sobre si el consumo y la presión salarial se reforzarán lo suficiente como para mantener el crecimiento de los precios de forma duradera en torno a ese nivel.

El Banco de Japón ha afirmado que su decisión de poner fin a los tipos negativos el mes pasado se debió a los indicios de que la robusta demanda y la perspectiva de unos salarios más altos estaban impulsando a las empresas a seguir subiendo los precios tanto de los bienes como de los servicios.

La debilidad del yen complica la senda de subidas de tipos del BOJ. Aunque ayuda a las exportaciones y empuja al alza la inflación, el golpe al consumo podría enfriar la economía y disuadir a las empresas de repercutir los costes más elevados en los hogares.