Los líderes del bloque de izquierdas que se impuso en las elecciones legislativas francesas del domingo y los centristas, que quedaron en segundo lugar, prosiguieron el miércoles una frenética carrera para intentar reunir candidaturas rivales para formar un gobierno viable.

El inesperado resultado de las elecciones anticipadas, en las que la izquierda se benefició de un sorprendente auge pero ningún grupo obtuvo la mayoría absoluta, ha sumido a Francia en la incertidumbre, sin un camino evidente hacia un gobierno estable.

Tanto la alianza Nuevo Frente Popular (NFP) de la izquierda dura Francia Abierta, comunistas, socialistas y verdes, como los centristas de Macron intentaron atraer a legisladores del campo del otro y más allá.

"Creo que hay una alternativa al Nuevo Frente Popular", dijo Aurore Berge, una importante legisladora del grupo Renacimiento de Macron a France 2 TV. "Creo que los franceses no quieren que se aplique la plataforma del PNF, creo que no quieren subidas de impuestos".

"Somos los únicos que podemos ampliar (nuestra base)", dijo, añadiendo que los conservadores Los Republicanos podrían ser una opción para tal acuerdo.

Los teléfonos no dejan de sonar, con algunas llamadas realizadas por centristas que intentan arrebatar a la izquierda dominante suficientes legisladores para crear la base de un gobierno, según han declarado fuentes políticas a Reuters.

Mientras tanto, los líderes de la izquierda también tomaron las ondas para insistir en que, al haber encabezado las elecciones, deberían dirigir el gobierno, con un primer ministro y un gabinete que los diferentes partidos que constituyen el PNF aún no han acordado.

FINANZAS TENSAS

En medio de las advertencias de las agencias de calificación, lo que haga Francia con sus tensas finanzas públicas será una primera prueba de si aún puede ser gobernada. Los mercados financieros, la Comisión Europea y sus socios de la zona euro están todos muy atentos.

Sería habitual que el presidente Emmanuel Macron convocara al mayor grupo parlamentario para formar gobierno, pero nada en la Constitución le obliga a hacerlo.

Las opciones incluyen una amplia coalición y un gobierno en minoría, que aprobaría las leyes en el parlamento caso por caso, con acuerdos ad hoc.

Macron "debe permitir gobernar a la izquierda", declaró a Le Monde el líder izquierdista François Ruffin.

Macron, cuyo mandato finaliza en 2027, parece poco probable que pueda volver a dirigir la política, tras haber sido derrotado por la ultraderechista Agrupación Nacional en las elecciones europeas del mes pasado y por la izquierda en las elecciones legislativas anticipadas que convocó en contra de la voluntad de algunos de sus propios partidarios.

Carole Delga, del Partido Socialista, subrayó que la izquierda por sí sola no puede gobernar y debe tender la mano a los demás, pero sobre la base del programa de impuestos y gastos del PNV.

Pero otros adoptaron una línea más dura.

"El CCN tiene el mayor número de diputados en la Asamblea Nacional, por lo que le corresponde constituir un gobierno... para eso trabajamos", declaró a LCI TV Manuel Bompard, de France Unbowed.