El caso -presentado en septiembre de 2020 contra los 27 Estados miembros de la UE, así como contra Gran Bretaña, Suiza, Noruega, Rusia y Turquía- es el mayor caso climático de la historia del que se ocupa el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo.

Con el apoyo de la red británica Global Legal Action Network (GLAN), los demandantes portugueses, de entre 11 y 24 años, buscan una decisión jurídicamente vinculante que obligue a los Estados a actuar.

Se espera una sentencia sobre el caso en el primer semestre de 2024. Si la demanda es estimada, podría dar lugar a órdenes de los tribunales nacionales para que los gobiernos reduzcan las emisiones de dióxido de carbono, culpables del cambio climático, más rápido de lo previsto actualmente.

Gerry Liston, uno de los abogados de GLAN, dijo que si el caso prosperaba correspondería a los tribunales nacionales hacer cumplir las sentencias y que se les proporcionaría una hoja de ruta para garantizar que la aplicación fuera efectiva.

Los demandantes argumentarán que el cambio climático amenaza sus derechos, entre ellos a la vida y al bienestar físico y mental.

Uno de los seis, Andre Oliveira, de 15 años, declaró previamente a Reuters que su objetivo era obligar a los gobiernos a "hacer lo que prometieron que harían", en referencia al Acuerdo de París de 2015 de recortar las emisiones para limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados e idealmente a 1,5C. Las políticas actuales no alcanzarían ninguno de los dos objetivos, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas.

"Sin una acción urgente para reducir las emisiones, (el lugar) donde vivo pronto se convertirá en un horno insoportable", afirmó en un comunicado otro de los solicitantes, Martim Agostinho, de 20 años.

Agostinho y otros tres solicitantes son de la región central portuguesa de Leiria, donde dos incendios forestales mataron a más de 100 personas en 2017.

DOCENAS DE ABOGADOS

Se espera la presencia de más de 80 abogados en el tribunal para representar a los países acusados, mientras que los demandantes estarán representados por seis abogados, lo que dará lugar a lo que GLAN describió en un comunicado como una vista "sin precedentes en escala".

Liston reconoció que "enfrentarse a los equipos jurídicos de más de 30 países muy bien dotados" no sería fácil.

El equipo jurídico de Portugal alegó ante el tribunal que se había comprometido a luchar contra el cambio climático y que los demandantes no habían aportado pruebas de su impacto directo sobre ellos.

Gran Bretaña argumentó que el caso debía rechazarse porque era "inadmisible" por varias razones, entre ellas la jurisdicción.

Los litigios sobre el clima que tienen lugar en Europa y fuera de ella son cada vez más numerosos.

El mes pasado, un juez de Montana, en Estados Unidos, otorgó una victoria histórica a unos jóvenes demandantes en un caso de cambio climático. Además del caso de los jóvenes del miércoles, hay otros dos casos climáticos pendientes ante la Gran Sala del TEDH.