La libra esterlina cayó el lunes frente a un dólar más fuerte, mientras los operadores reflexionaban sobre lo que podría señalar el Banco de Inglaterra en su próxima reunión de política monetaria, en medio de la creciente confianza en que la Reserva Federal recortará pronto los tipos de interés.

A las 1156 GMT, la libra perdía un 0,2% frente al dólar, situándose en 1,26865 dólares. Con pocas noticias en el Reino Unido, los operadores siguen atentos a los datos mensuales de empleo en Estados Unidos que se publicarán esta semana.

El lunes, la mayoría de los pares de divisas cotizaban en línea con su sensibilidad relativa a los movimientos del dólar, según Nicholas Rees, analista de mercados de divisas de Monex.

"Con un calendario de datos del Reino Unido limitado, la clave para la libra esterlina va a ser cómo ven los mercados la divergencia en las expectativas de relajación de los bancos centrales entre el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales de los DM (mercados desarrollados)", dijo Rees.

La atención de los mercados se ha desplazado en las últimas semanas a cuándo iniciará el BoE los recortes de tipos. El tipo bancario se encuentra actualmente en su nivel más alto en 15 años, el 5,25%, pero con la inflación empezando a enfriarse y la economía ralentizándose, los operadores piensan que los tipos probablemente han tocado techo.

El BoE hará su próximo anuncio de política monetaria el 14 de diciembre, y los mercados apuestan casi unánimemente por la ausencia de cambios.

No obstante, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, afirmó la semana pasada que el banco central "hará lo que sea necesario" para reducir la inflación hasta su objetivo del 2%, y añadió que aún no había visto suficientes avances hacia ese objetivo como para estar seguro.

A pesar del retroceso del lunes, la libra se mantiene cerca de su nivel más alto en unos tres meses, impulsada en parte por las expectativas divergentes sobre la Fed y el Banco de Inglaterra.

Los mercados de futuros muestran que la Fed podría realizar recortes de alrededor de 130 puntos básicos el próximo año, mientras que se espera que el BoE recorte sólo 75 puntos básicos.