La economía británica no mostró ningún crecimiento en febrero, ya que las huelgas de los trabajadores públicos afectaron a la producción, pero el rebote de enero fue más fuerte de lo que se pensó en un principio, lo que significa que es un poco menos probable que se esté gestando una recesión a principios de 2023.

"Hoy es todo un poco una historia amplia del dólar", dijo Simon Harvey, jefe de análisis de divisas de Monex Europe, describiendo los datos del Reino Unido como "bastante rezagados" en términos de cualquier tipo de influencia en la política monetaria.

La libra subía un 0,2% frente al dólar, a 1,2507 dólares a las 1040 GMT. La libra, por su parte, bajaba un 0,1% frente al euro, a 88,10 peniques.

La revisión al alza del crecimiento de enero hasta el 0,4% desde el 0,3% significa que es probable que Gran Bretaña evite la contracción del primer trimestre que el Banco de Inglaterra predijo el mes pasado, pero los datos que se publicarán la semana que viene se consideran más importantes para la política monetaria.

"Los datos de la semana que viene sobre inflación y ventas minoristas, pero especialmente los datos de empleo de febrero, serán cruciales porque el PMI del mes sugirió que quizá la demanda ha vuelto a repuntar", dijo Harvey.

El Banco de Inglaterra ha subido los tipos de interés 11 veces seguidas en su batalla por reducir la inflación, que subió al 10,4% en febrero. Los mercados están valorando en un 64% la posibilidad de una nueva subida de 25 puntos básicos en mayo, y en un porcentaje menor la posibilidad de que no haya cambios.

"No creemos que vayan a subir de nuevo", dijo Harvey, "pero existe un riesgo no despreciable de que lo hagan si los datos son bastante sólidos".

El turbio telón de fondo económico también sigue en el punto de mira. El jueves, una encuesta del Banco de Inglaterra mostró que los prestamistas británicos esperan frenar la oferta de préstamos hipotecarios en el próximo trimestre, pero aumentar la oferta de créditos al consumo y préstamos corporativos.

Mientras tanto, una encuesta mostró que el mercado inmobiliario británico siguió sintiendo el pellizco del aumento de los costes de los préstamos en marzo, pero los encuestadores inmobiliarios esperan cierta mejora durante el próximo año, ya que piensan que los tipos de interés están ahora cerca de su máximo.