La libra se mantuvo sin cambios respecto al cierre del viernes, en 1,2704 dólares. En lo que va de mes, la libra ha subido en torno a un 2%, ya que el dólar estadounidense ha caído por la debilidad de las cifras de crecimiento e inflación, mientras que los datos británicos han sido más fuertes de lo esperado.
Se espera que los datos del miércoles muestren que la tasa general de inflación del Reino Unido cayó hasta el 2,1% en abril, un fuerte descenso desde el 3,2% de marzo, gracias sobre todo a una bajada del tope de las facturas energéticas de los hogares.
La inflación alcanzó un máximo del 11,1% en octubre de 2022, pero ha descendido en los últimos meses, reflejando la bajada de los precios de la energía y la ralentización de la inflación alimentaria.
"La publicación del IPC (índice de precios al consumo) del miércoles en el Reino Unido será un momento crucial para la libra", dijo Francesco Pesole, estratega de divisas de ING.
"Nuestro equipo económico cree que la inflación de los servicios será ligeramente superior a la previsión del BoE, lo que debería inclinar la balanza a favor del primer recorte de agosto".
Los mercados esperan actualmente que el Banco de Inglaterra, que tiene un objetivo de inflación del 2%, recorte los tipos de interés dos veces este año, muy probablemente a partir de agosto. Los precios en los mercados de derivados sugieren que los operadores ven un 55% de posibilidades de que el primer recorte se produzca en junio.
El vicegobernador del Banco de Inglaterra, Ben Broadbent, dijo el lunes que era "posible" que se produjera un recorte de los tipos de interés en los próximos meses, potencialmente "en algún momento del verano".
El euro se mantuvo plano frente a la libra, en 85,55 peniques, tras haber cotizado en torno a ese nivel durante un mes.
Esta semana también serán de interés los datos económicos británicos basados en encuestas, que se publicarán el jueves y que se espera que muestren que el crecimiento continuó en mayo. (Reportaje de Harry Robertson; Edición de Susan Fenton)
