Las primeras imágenes a todo color y de alta resolución del telescopio espacial James Webb, diseñado para asomarse más lejos que nunca y con mayor claridad a los albores del universo, fueron aclamadas por la NASA como un hito que marca una nueva era de la exploración astronómica.

He aquí el administrador de la NASA, Bill Nelson:

"Está claro que el Webb representa lo mejor de la NASA. Mantiene nuestra capacidad de impulsarnos hacia adelante, para la ciencia, para la asunción de riesgos, para la inspiración".

La imagen de debut fue una foto de "campo profundo" de un cúmulo de galaxias lejano, que revela la visión más detallada del universo primitivo registrada hasta la fecha.

Pero no es sólo un conjunto de colores. Es un vistazo atrás en el tiempo a los orígenes de, bueno, quizás todo.

Aquí está la científica de la NASA Jane Rigby:

"Y así, galaxias como esa de ahí, este pequeño tipo rojo, ¿qué es? Bueno, el Webb tiene espectros, para averiguar de qué están hechas esas galaxias, y esta es esa. La estamos viendo tal y como era 13.100 millones de años en el pasado, menos de mil millones de años después del big bang. Y estamos viendo los elementos de oxígeno e hidrógeno, así como el neón. Así es como se formó el oxígeno de nuestros cuerpos. En las estrellas, en las galaxias, y estamos viendo cómo se inicia ese proceso".

Otras imágenes incluían primeros planos de las nubes de gas y polvo dejadas por las explosiones estelares que forman incubadoras de nuevas estrellas, y un cúmulo de galaxias conocido como Quinteto de Stephans.

Y además de las imágenes, la NASA presentó el primer análisis espectrográfico de Webb de un exoplaneta del tamaño de Júpiter situado a más de 1.100 años luz de distancia, que condujo a este emocionante descubrimiento:

"Lo que se ve es la firma reveladora, la huella química del vapor de agua en esta atmósfera, en la atmósfera de este exoplaneta concreto".

Construido para observar sus objetos principalmente en el espectro infrarrojo, el Webb es unas 100 veces más sensible que su predecesor de 30 años, el telescopio espacial Hubble.

Una cosa que los científicos subrayaron repetidamente el martes fue que el Webb parecía funcionar mejor de lo que habían previsto y que los hallazgos eran más maravillosos de lo que esperaban.

Varios expresaron estar sobrecogidos de emoción ante las vistas interestelares.

"El universo ha estado ahí fuera. Sólo teníamos que construir un telescopio para ir a ver lo que había. Un sentimiento muy similar de, de, tal vez, personas en un mundo roto que logran hacer algo bien, y ver algo de la majestuosidad que hay ahí fuera".