En mayo, S&P ratificó sus calificaciones crediticias soberanas "BBB-" a largo plazo y "A-3" a corto plazo, en moneda extranjera y local, de India, al tiempo que mantuvo la perspectiva de la calificación a largo plazo en estable.

En la actualidad, la calificación de India sigue estando limitada debido a sus débiles resultados fiscales, declaró Nikita Anand, directora asociada de calificaciones de instituciones financieras de S&P, en un seminario web.

El gobierno pretende recortar su déficit fiscal hasta el 5,9% del producto interior bruto a finales del actual año fiscal. El crecimiento de la India en el año fiscal anterior, que finalizó el 31 de marzo, fue del 7,2%, uno de los más altos entre las grandes economías.

El Banco de la Reserva de la India (RBI) prevé que la economía crezca un 6,5% en el ejercicio fiscal de 24 meses, mientras que S&P espera un crecimiento económico medio del 6,7% en los próximos años.

El RBI no tendrá prisa por recortar los tipos hasta que los riesgos de inflación hayan remitido por completo, afirmó Vishrut Rana, economista senior para Asia-Pacífico de S&P.

La inflación al por menor se situó en mayo en el mínimo de más de dos años del 4,25%, y cayó dentro de la banda objetivo del 2%-6% del banco central por tercer mes consecutivo.

A principios de este mes, el gobierno mantuvo conversaciones sobre el estado de la economía con Moody's Investors Service y abogó por una mejora de la calificación, según informó Reuters citando fuentes.

Mientras tanto, los desvíos de los bancos indios se han normalizado y los préstamos dudosos están bien cubiertos por las amortizaciones aceleradas, según otros analistas de S&P.

También se espera que el impulso del crecimiento de los préstamos bancarios esté en línea con el crecimiento del producto interior bruto nominal en la India, señalaron.