El miércoles, el foco de atención de la inflación mundial se centra en las cifras de noviembre de Australia, y arrojará luz sobre si la sorprendente desaceleración del mes anterior fue algo puntual o no.

La tasa anual de inflación se ralentizó inesperadamente hasta el 6,9% en octubre desde un máximo de varios años del 7,3%, que es a donde los analistas esperan que vuelva. Otra sorpresa a la baja, sin embargo, y los mercados asiáticos podrían abrir con un resorte añadido el miércoles.

GRÁFICO: Inflación australiana ()

El alcance de los datos de inflación de esta semana es amplio. A nivel regional, las cifras de Australia, los datos de Tokio que se publican el martes y los datos de diciembre de China e India que se publican el jueves son los más destacados, mientras que la guinda del pastel mundial la pone el informe de diciembre de Estados Unidos que se publica el jueves.

Los banqueros centrales estadounidenses y de otros países insisten en que no pueden cejar en la lucha contra la subida de los precios, a pesar de la creciente evidencia de que la inflación ha tocado techo. Entre los que advierten contra la complacencia se encuentra Huw Pill, del Banco de Inglaterra, quien afirmó el lunes que las presiones inflacionistas corrían el riesgo de convertirse en permanentes debido a la estrechez de los mercados laborales.

Los precios al consumo en la capital de Japón, un indicador adelantado de las tendencias a nivel nacional, subieron un 4,0% en diciembre respecto al año anterior, el ritmo más rápido en más de 40 años y superando el objetivo del 2% del banco central por séptimo mes consecutivo.

El tipo al contado del Banco de la Reserva de Australia es actualmente del 3,10% y los precios del mercado monetario apuntan a que subirá a algo menos del 4% en septiembre. El dólar australiano alcanzó el lunes un máximo de cuatro meses de 0,6950 dólares y, como era de esperar, retrocedió el martes antes de las cifras de inflación.

El apetito por el riesgo debería ser bastante fuerte en las primeras operaciones asiáticas del miércoles, después de que los tres principales índices de Wall Street subieran entre un 0,5% y un 1,0% el martes.

Las acciones mundiales y de Asia sin Japón han subido un 3% y un 5,7% en lo que va de año, respectivamente, y el índice chino Shanghai Composite ha subido un 3,8%.

Los inversores han acogido con clara satisfacción la relajación de las políticas chinas en materia de COVID-19, pero el optimismo puede verse atenuado un poco por la suspensión por parte de Pekín de la expedición de visados de corta duración en Corea del Sur y Japón como represalia contra los países que exigieron pruebas negativas de COVID-19 a los viajeros chinos.

Tres acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el miércoles:

- Inflación Australia (diciembre)

- Desempleo en Corea del Sur (diciembre)

- Indicador adelantado de Japón (noviembre)