Así pues, después de toda la frenética especulación y la enorme presión del mercado, el Banco de Japón (BOJ) ha mantenido la línea de su política de estímulo superfácil.

Las perspectivas económicas se revisaron un poco a la baja, con las previsiones del PIB a la baja y la inflación del IPC un poco al alza hasta el 1,8%, pero por debajo del objetivo del 2% que algunos habían pronosticado.

Esto provocó una caída generalizada del yen y una subida del dólar del 2,6% hasta 131,42 yenes. Los mercados mundiales de renta fija respiraron aliviados y los rendimientos estadounidenses a 10 años bajaron 8 puntos básicos hasta el 3,48%.

El Banco de Japón seguirá comprando bonos en la cantidad que sea necesaria para mantener su objetivo de rendimientos del JGB a 10 años en cero. La banda de negociación se mantiene entre el -0,5% y el +0,5%, a pesar de que los rendimientos llevan ya cuatro sesiones seguidas por encima del techo.

Un cambio sutil se produjo en las normas para proporcionar fondos a tipo fijo a los mercados, ya que el Banco de Japón dijo que el tipo aplicado a los préstamos hasta 10 años se fijaría "para fomentar la formación de una curva de rendimientos que sea coherente con la directriz para las operaciones de mercado". A continuación, ofreció prestar un billón de yenes (7.620 millones de dólares) a un tipo fijo durante cinco años.

No estaba claro hasta qué punto sería significativo este cambio, pero la postura desafiante del BOJ hizo que los rendimientos del JGB a 10 años retrocedieran hasta el 0,36% desde un máximo inicial del 0,51%.

Los analistas siguen sospechando que el BOJ tendrá que volver a comprar una cantidad récord de JGB este mes para mantener el techo. El banco ya posee más de la mitad de todos los JGB, y el 80% o 90% de algunas líneas de bonos, una de las principales razones por las que la curva de rendimientos parece descontrolada y los operadores se quejan sin cesar de la escasez de liquidez.

En cierto sentido, el BOJ es la única fuente de liquidez, ya que es realmente el comprador de último recurso en estos momentos. Tal vez la idea sea proporcionar una vía de escape a los inversores para que salgan de sus posiciones largas en JGB a los precios actuales y eviten las mayores pérdidas que seguramente se producirían cuando finalmente se liquide el YCC.

Podrían ser muchas compras, dado que la próxima reunión de política monetaria no es hasta el 10 de marzo, pero al menos los rendimientos mundiales parecen tender a la baja, lo que podría ayudar a aliviar la presión.

Un giro añadido para la reunión de marzo es que, según se informa, el gobierno anunciará un nuevo gobernador del BOJ en febrero, antes de la jubilación de Kuroda en abril, y algunos analistas suponen que se dejará en manos del nuevo el cambio de rumbo.

O, sólo quizás, el BOJ seguirá comprando hasta que posea toda la deuda del gobierno, y ellos simplemente la condonarán. Al fin y al cabo, sólo es un apunte contable.

Acontecimientos clave que podrían influir en los mercados el miércoles:

- El IPC del Reino Unido para diciembre se ve aliviándose una fracción hasta el 10,5% con el subyacente en el 6,2%. Las ventas minoristas de EE.UU. se ven caer un 0,8% para el titular y un 0,3% para el grupo de control.

- Ocupada agenda de la Fed con Bostic, George, Harker, Logan y Bullard, todos ellos con intervenciones previstas para hoy. El responsable de la política del BCE, Villeroy de Galhau, habla en Davos.

(1 $ = 131,3000 yenes)