Los precios del petróleo se han robado el espectáculo en Asia este lunes, y no en el buen sentido si le preocupa la inflación mundial y el poder adquisitivo de los consumidores.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, incluida Rusia (OPEP+), sorprendieron a los mercados al anunciar recortes de producción de unos 1,16 millones de barriles diarios, adelantándose a una reunión de ministros prevista para más tarde el lunes.

Los futuros del crudo Brent y estadounidense subieron más de un 5%, aunque se quedaron lejos de los máximos alcanzados a primera hora. Los analistas supusieron que la OPEP+ intentaba poner un suelo a los precios, en torno a 80 dólares el barril de Brent y 75 dólares el sabor estadounidense del petróleo, y Goldman Sachs elevó rápidamente su previsión a 95 dólares el barril para finales de año.

Por otra parte, algunos pensaron que también podría sugerir que a los productores les preocupaba que la demanda estuviera incumpliendo las previsiones alcistas, dado que los cargamentos físicos se organizan con meses de antelación a la entrega.

Si la subida de precios se mantiene, será una mala noticia para la inflación general y dejará un sabor agrio después de que el viernes los datos de los gastos de consumo personal básico en EE.UU. parecieran presagiar un enfriamiento de las presiones de los costes.

El mercado respondió impulsando al alza los rendimientos de los bonos y el dólar, al tiempo que redujo las expectativas sobre cuánto podría recortar los tipos la Reserva Federal a finales de año. Los futuros tienen descontados unos 38 puntos básicos de flexibilización para diciembre, frente a los más de 100 puntos básicos durante la crisis bancaria de mediados de marzo.

Sin embargo, la subida de los precios de la gasolina también es un impuesto para los consumidores y tiene una estrecha correlación con la confianza de los consumidores, especialmente en Estados Unidos. Además, es poco probable que la Casa Blanca se lo tome bien, dado el dolor político que supone el encarecimiento de la gasolina.

La preocupación por la demanda de los consumidores no se vio favorecida por la encuesta Caixin/S&P de la industria manufacturera china de marzo, que se situó en 50,0, muy por debajo de las previsiones, debido en gran parte a la debilidad de los pedidos de exportación.

Esta encuesta se concentra en las empresas más pequeñas y en los exportadores, y sugiere que la demanda exterior es un viento en contra para China, incluso cuando el sector nacional de servicios vuelve a rugir.

Japón y Corea del Sur, dependientes de las exportaciones, también vieron contraerse la actividad manufacturera en marzo. Ambos son grandes importadores de energía, por lo que no verán con buenos ojos el repunte del petróleo.

Acontecimientos clave que podrían influir en los mercados el lunes:

- El Comité Ministerial Conjunto de Seguimiento (CMCM) de los países OPEP y no OPEP se reúne por videoconferencia.

- Los índices PMI de marzo para Europa, mientras que la encuesta ISM de EE.UU. sobre el sector manufacturero se verá suavizada un poco hasta 47,5. Las ventas de automóviles de marzo ofrecerán una lectura temprana de la demanda de los consumidores

- La gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, habla sobre las perspectivas económicas y la política monetaria de EE.UU.