La fusión, que costará 69.000 millones de dólares a Microsoft, se considera el mayor acuerdo de la historia de la industria del juego.

Se planteó la preocupación de que Microsoft pudiera utilizar su poder sobre Activision, fabricante de los muy populares "Call of Duty" y "World of Warcraft", para perjudicar a sus rivales.

El organismo de control del Reino Unido dijo que la competencia podría reducirse en las consolas de juegos, los servicios de suscripción a juegos múltiples y los servicios de juegos en la nube.

Tanto Microsoft como Activision dijeron que seguirán cooperando con la Autoridad de Competencia y Mercados y se les ha dado un plazo hasta el 8 de septiembre para responder.

El líder de la industria, Sony, ha expresado su preocupación por el futuro de "Call of Duty".

Sin embargo, el presidente de Microsoft, Brad Smith, ha confirmado que las últimas iteraciones del videojuego seguirán estando disponibles en Xbox y PlayStation el mismo día.

A pesar de las preocupaciones de la CMA, el director ejecutivo de Activision, Bobby Kotick, sigue esperando que el acuerdo se cierre en el ejercicio económico de Microsoft hasta el 20 de junio de 2023.

Microsoft, fabricante de la videoconsola Xbox, calificó los juegos como "la categoría más dinámica y emocionante del entretenimiento".

El gigante tecnológico dijo que una revisión exhaustiva del acuerdo aumentaría la confianza en su cierre, lo que sería positivo para la competencia.

El acuerdo añadirá otras franquicias de peso como "Overwatch" y "Candy Crush" a la lista de Microsoft, lo que la convertirá en un competidor aún más poderoso frente a Sony y Nintendo.